La pieza se encuentra en el Museo de Etnología de Viena
Expertos descartan el regreso de la pieza a México, pues su deterioro sería irreversible
El penacho de Moctezuma se encuentra en el Museo de Etnología de Viena. Dicho objeto hecho de plumas de cuatro especies de aves (conocidas por su nombre común como: quetzal, pájaro vaquero, espátula rosada y charlador turquesa) y más de mil 500 adornos de oro ha estado fuera del país desde hace más de 500 años.
Durante años el Gobierno de México ha solicitado al de Austria el regreso del objeto prehispánico y este sexenio no ha sido la excepción.
Ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador ha pedido a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller que interceda ante el Gobierno de Austria para que preste la pieza con motivo del Bicentenario de la Independencia de México, informó El Financiero.
Durante su gira por Europa, Gutiérrez Müller se reunió con el presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, con la intención de obtener algunas piezas históricas de México, entre ellas el penacho para que sean exhibidas en nuestro país el siguiente año.
Las negociaciones para traer de vuelta el penacho de Moctezuma han despertado dudas entre especialistas y el público en general de por qué la pieza se encuentra fuera del país.
De acuerdo con el Instituto de investigaciones Históricas de la UNAM, el 10 julio de 1519 la Junta de Regimiento de la Villa Rica de la Vera Cruz envió por vía marítima una carta dirigida a la reina Doña Juana y a su hijo, el emperador Carlos. En esa misma embarcación se quedaron con el oro, plata y los plumajes que fueron descubiertos.
Aunque durante años se creyó que el penacho de Moctezuma viajó en este navío, hasta la fecha no se sabe con certeza cómo es que llegó a Europa.
Otra versión afirma que fue Moctezuma quien se lo regaló a Hernán Cortés cuando tenían relaciones cordiales e intentaban establecer un lazo de respeto antes de la Conquista. Cortés se lo envió al rey Carlos I de España, el monarca era miembro de la familia Habsburgo, proveniente de Austria, lo que podría ser un factor importante para que el objeto se quedara en ese país.
“A finales del siglo XVII, el penacho se identificó como un sombrero morisco y no fue sino hasta el siglo XIX, en que se le adjudicó un origen indígena mexicano. A partir de este momento surge el interés por parte de los europeos por vincularlo a Moctezuma y desde luego a Cortés”, explica el Instituto de investigaciones Históricas.
A partir de 1990, dos hechos contribuyeron a que el asunto del objeto ocupara la atención pública: la cercanía de la celebración del centenario de la llegada de Cristóbal Colón en 1992 y la diligencia de un danzante de bailes tradicionales radicado en Austria, conocido como Xokonoschtletl Gómara, quien convocó a una movilización civil en aquel país para presionar al gobierno mexicano a tomar cartas en el asunto y al fin pudiera repatriarse.
De este modo el INAH envío una petición diplomática de devolución en 1991.
Desde entonces ciertos de oficios se han intercambiado entre México y Austria. Sin embargo, luego de varios estudios, se llegó a la conclusión que no sería posible transportar el penacho pues su deterioro sería irreversible.
En 2011, el Gobierno mexicano ofreció un intercambio temporal del penacho de Moctezuma a cambio de la carroza dorada del emperador Maximiliano de Habsburgo, que actualmente se exhibe en el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec.
Ante ello, la Unesco ha apoyado la posición de los países que pugnan por que sus bienes arqueológicos sean restituidos a los mismos.
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