Varios exfuncionarios federales tienen inversiones en las empresas que se han visto beneficiadas
Las adjudicaciones para empresas privadas es con la intención de canalizar el “apetito” de los inversionistas, señaló en su momento el secretario de Hacienda, Luis Videgaray
La aprobación de la Reforma Energética se ha convertido en un gran negocio, pero no en apoyo de los mexicanos, sino para un pequeño grupo de políticos que se han visto beneficiados, mismos que han logrado obtener grandes fortunas con la negociación y aprobación de la misma.
Algunos de las personas que se han visto favorecidas con ella son Pedro Aspe, economista y político mexicano, Luis Videgaray, exsecretario de Hacienda en el gobierno de Peña Nieto y Luis Téllez, exsecretario de Energía en el gobierno de Ernesto Zedillo.
Cabe señalar que el pasado 10 de mayo, la Comisión Nacional de Hidrocarburos, en representación del Estado, firmó dos contratos para la extracción de petróleo con la compañía Diavaz Offshore, la cual ha celebrado al menos 80 contratos para diferentes servicios, desde apoyo en perforación, exploración geofísica y mantenimiento de instalaciones.
Esta empresa es parte de las inversiones de Evercore Mexico Capital Partners, que pertenece a la firma Evercore, donde participa Pedro Aspe Armella, exsecretario de Hacienda durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
Otra de las empresas que resultaron ganadoras es Strata BPS, propiedad del exgobernador de Coahuila Rogelio Montemayor Seguy, también exdirector de Petróleos Mexicanos.
Por su parte, Luis Téllez, exsecretario de Energía en el gobierno de Ernesto Zedillo, promovió la privatización del sector energético y luego entró a trabajar en una de las empresas beneficiadas con dicha modificación: Sempra Energy, la cual ha obtenido contratos por más de cinco mil 329 millones de pesos.
Este tipo de contratos y adjudicaciones, señaló en su momento el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, “surge la idea de crear una categoría especial de inversión que permita canalizar el apetito que existe entre los inversionistas institucionales, el gran público inversionista para participar de la transformación del país, específicamente en el sector de la energía”.
Estos son sólo algunos de los contratos y licitaciones que el gobierno mexicano ha entregado a empresas privadas donde funcionarios y exfuncionarios tienen grandes inversiones millonarias, mismos que son los únicos beneficiados con la Reforma Energética, ya que la sociedad tiene que sufrir el aumento del precio de las gasolinas, que se supone, no iba a existir con la aprobación de dicha reforma.
Lee la investigación completa en SinEmbargo
Sé parte de la conversación