La detuvieron en Tlapa de Comonfort junto con un compañero
Ella exigió que se le aplicara el protocolo de ser revisada por una mujer quien la violó y la torturó
“Te dije que te ibas a chingar”, con esas palabras se digirió la policía Claudia Juárez Gómez a la activista y defensora de los derechos de las mujeres Yndira Sandoval Sánchez, cuando la sometía con una rodilla encima en una celda de la cárcel municipal de Tlapa de Comonfort, en Guerrero, a donde asistió para dar una conferencia sobre violencia de género.
Luego, la mujer policía le manoseó los senos a Yndira y le bajó el pantalón: “Me penetró con sus dedos, me lastimó mucho. Luego me soltó, me aventó, me pateó, mientras otra mujer policía, cómplice, vigilaba la entrada a la celda. Yo ya no sabía qué seguía después de la tortura” contó la víctima.
Dicha agresión a la antropóloga social se dio el pasado 16 de septiembre, cuando iba a la Universidad Autónoma de Guerrero, donde daría una conferencia para promover acciones para la prevención, detección, atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres, mediante Todas Mx, movimiento que dirige en favor de los derechos de este sector de la población.
Pero nunca pensó que ella se convertiría en una víctima: “el hecho que sea una mujer mi agresora, me hace confirmar que nuestros enemigos no son los hombres: es el machismo, es el sistema, es el patriarcado, son las prácticas, es el Estado con rostro de hombre o con rostro de mujer”, aseguró.
Los hechos fueron denunciados el 17 de septiembre ante la Fiscalía General de Guerrero.
Yndira recordó que cuando estaba en Tlapa de Comonfort se accidentó con un clavo, que le rompió su camisa del costado izquierdo debajo de su axilia, con lo cual se lastimó una zona cercana a su seno, por ello decidió acudir con su compañero a la Clínica San Antonio, donde la atendió un médico, el cual puso un precio muy alto.
Ante lo anterior, la antropóloga debió ir al cajero para retirar el efectivo, pero al salir vio que había una camioneta con seis policías quienes intentaba detener a su compañero porque supuestamente se había negado a pagar la consulta.
La defensora intervino y la policía le dijo que también ella estaba detenida; ante esto, la activista exigió se le aplicara el protocolo para ser revisada por una mujer policía, en vez de un hombre.
De mala gana, la mujer policía le dijo: “te vale madre quién soy, ya te dije que te calles y aquí en Tlapa te chingas”.
“Como me negué a subir a la patrulla, la oficial me aventó hacia el interior de la camioneta y aunque le dije que estaba lastimada, se empeñó en apretarme la herida, torturándome física y emocionalmente. Todo el trayecto hacia la comandancia municipal me tuvo de rodillas, jalándome el cabello hacia atrás, apretándome la herida y me preguntaba, riéndose: ‘¿Te duele?’”, relató la víctima.
Cuando buscó justicia ante el crimen, la casa de Yndira fue allanada y fue amenazada de muerte, por lo que se acogió al mecanismo de protección y ahora vive bajo el cuidado de escoltas.
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