Los menores que trabajan en el campo se ven forzados a viajar solos
Especialistas aseguran que hasta que no se desarrollen políticas públicas que focalicen los programas hacia la población con mayores carencias, no se resolverá la problemática
El día hoy, 12 de junio, se celebra el Día Internacional contra el Trabajo Infantil. En México existen 2 millones 460 mil menores de edad que debido a su condición de pobreza, se ven forzados a trabajar.
La mayor parte de estos niños laboran en el campo, asegura la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), quien agrega que que hay un desplazamiento de comunidades dentro de México que conllevan a la explotación infantil.
Ocho de cada 10 niños que trabajan lo hacen en una actividad relacionada con el campo en pequeñas comunidades, mientras que de los 4.7 millones que se encuentran en pobreza extrema, 2.4 millones realizan actividades económicas.
La diversificación de las rutas de los jornaleros agrícolas ha generado que los menores viajen solos en busca de trabajo, por lo que están expuestos a situaciones de explotación laboral, aseguró Nashieli Ramírez Hernández, fundadora de la organización Ririki Intervención Social.
Sin embargo, el problema de “fondo” es que en los campos agrícolas no se garantiza el acceso a los servicios básicos como la educación y la salud, además de que no hay albergues ni estancias infantiles donde los menores se puedan quedar mientras sus padres trabajan en el campo por lo que se ven orillados a laborar, dijo Margarita Nemesio, coordinadora de la Red Nacional de Jornaleros y Jornaleras Agrícolas.
Comentó que los campos agrícolas deben contar con escuelas y al menos consultorios móviles para dar atención a estos pobladores y evitar la introducción de los menores al mercado productivo.
El trabajo infantil es un tendencia que se ve favorecida por las condiciones de desigualdad que hay en el país, así como el deterioro de los ingresos, que orilla que más integrantes de una familia tengan que trabajar para lograr su sustento.
De acuerdo con especialistas, el trabajo infantil “corta” las posibilidades de desarrollo de los niños y contribuye a que la pobreza continúe perpetuándose.
El 53% de la población infantil, que asciende a 32 millones de niños, 22 millones de ellos se encuentran en condiciones de pobreza; 4.7 millones de los cuales están en pobreza extrema, por lo que al menos una vez al día tiene dificultades para comer, aseguró Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
“La capacidad de ingreso se ha ido reduciendo de manera notable, lo que ha llevado a que se incremente el número de personas que trabajan dentro de una familia para lograr obtener los mismos insumos. Se incrementa el trabajo infantil cuando se destruyen los ingresos familiares. Es el tema central y básico para que tengamos persistencia del trabajo infantil, 8 de cada 10 en pequeñas comunidades y la mitad de ellos lo hace sin recibir remuneración”, enfatizó.
Ante ello es necesaria la creación de políticas públicas enfocadas a erradicar el trabajo de menores de edad para el año 2025 y cumplir con las metas de la Agenda de Desarrollo Sostenible definida por las Naciones Unidas.
Pérez García advirtió que hasta que no se desarrollen políticas públicas que focalicen los programas hacia la población con mayores carencias, no se resolverá la problemática.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se han realizado inspecciones en contra del trabajo infantil en las que se han detectado 400 menores de edad laborando.
Los sitios inspeccionados son la Central de Abastos en la Ciudad de México; en Jalisco se encontró a dos empresas coreanas que empleaban a niños; dos fábricas ubicadas en Saltillo, Coahuila; una en Ciudad Juárez, Chihuahua, y otra más en San Quintín, Baja California.
Aunque en los últimos años el trabajo infantil en México se ha reducido, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aún sigue por encima del promedio de América Latina.
En México existe una tasa de 8.4% en trabajo infantil, por encima de la media del promedio en el continente, que al año pasado se estimaba en 7.6%.
Fuente: El Universal
Sé parte de la conversación