La construcción de complejos turísticos, estructuras de protección y presas ponen en riesgo a las playas mexicanas, advierte una investigadora el Instituto de Ecología (Inecol).
La doctora Patricia Moreno, del Inecol, explicó en entrevista con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), como todos estos proyectos contribuyen a que estos ecosistemas se vayan degradando.
“Las presas tienen un impacto muy fuerte en las playas, ya que la arena de estas proviene de las rocas que se deshacen al bajar de los ríos. Esta es la razón por la que tenemos playas de diferentes tipos de arena, porque depende de los ríos con los cuales están asociadas y de dónde vienen estos. Lo que las presas hacen es retener agua y sedimentos. Esto ha causado desabasto de arena a nivel mundial, por lo que es necesario que haya una entrada y una salida para que se mantenga la arena en las playas”, dice la especialista.
Sobre los complejos turísticos que se edifican cerca de las playas, Patricia Moreno explica que “estos se han asentado muy cerca de la orilla en zonas donde todavía hay impacto durante marejadas del oleaje y tormentas. Si en una zona de naturaleza móvil ponemos un muro, esto forma una barrera y se produce erosión.
Muchos de los desarrollos turísticos actuales son focos de erosión, y además construyen muelles y espigones buscando proteger la playa; eso altera el transporte de arena y produce más erosión”.
La investigadora remarca que las playas son muy importantes para la humanidad por los servicios ambientales que proveen, ya que protegen la zona costera y los hábitats de muchas plantas y animales.
“Perderíamos un hábitat que tiene una enorme variabilidad entre diferentes regiones de la Tierra. En México tenemos especies que nada más existen en el país y las estamos perdiendo. Las tortugas ya no encuentran donde anidar, pues cada vez tienen menos playas. Muchas aves playeras no tienen dónde poner sus huevos, por ejemplo”.
Lee la entrevista en Conacyt Prensa
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