El pasado 12 de julio un socavón en Paso Expres Cuernavaca inundó las noticias del país
Lo cierto es que el hecho destapó la red de corrupción bajo la cual funciona la SCT con Gerardo Ruiz Esparza al frente de ella
Gerardo Ruiz Esparza es el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), instancia que quedó evidenciada luego del fatal socavón ocurrido el pasado miércoles 12 de julio en el Paso Exprés Tlahuica de Cuernavaca. Esparza ha hecho tratos con OHL, Grupo Higa, la familia San Román, y las firmas Aldesa, Gutsa, Altán y Alstom; ha cometido numerosos errores que evidencian una presunta corrupción en su trayectoria, publicó ayer el semanario Proceso.
El 16 de mayo de 2015, cuando se destruyó en la atmósfera el satélite mexicano Centenario que costó al erario 300 millones de dólares, la dependencia a su cargo culpabilizó a las firmas International Launch Services y Boeing Satellite Systems.
Meses antes, el 3 de noviembre de 2014, en el Senado se acusó a Ruiz Esparza de favorecer los intereses Juan Armando Hinojosa, lider del Grupo Higa y amigo de Peña Nieto durante la licitación del tren México-Querétaro, la cual fue suspendida luego del escándalo de la Casa Blanca.
“No es un tema de amistades, es un tema de negocios”, dijo Ruiz Esparza a los senadores que lo cuestionaron: Javier Corral, del PAN, Manuel Bartlett, del PT, y Fidel Demédicis, del PRD.
Por si fuera poco, el funcionario decidió arbitrariamente y sin realizar una consulta previa adquirir más de 10 millones de televisores digitales para repartir durante el famoso “apagón analógico”, los productos fueron adquiridos a un sobreprecio pues el presupuesto original era de 18 mil 760 millones de pesos, pero finalmente los aparatos costaron 28 mil 446 millones de pesos más y según el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT ) más de la mitad se repartieron erróneamente, por ejemplo en algunos lugares donde no había luz eléctrica, además la Auditoría Superior de la Federación detectó casi 400 mil unidades “perdidas”.
En dicha ocasión, Ruiz Esparza también compadeció ante el Senado y se defendió con el argumento de que el documento del IFT no tenía “sentido legal ni práctico claro”; además se autoelogió: “La culminación exitosa del apagón analógico permitió que el 93% de los hogares de México tengan acceso a los beneficios de la televisión digital”.
Fuente: Proceso
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