Cuando una persona es desordenada normalmente se le califica de irresponsable, sin rumbo, sucia, etc. pero esto no es verdad, estudios recientes han demostrado que las personas mas desordenas suelen tener mayores virtudes que alguien ordenado.
El sentido común y lo que la sociedad dicta es que la limpieza es la clave para la eficiencia y la productividad, pero no lo es.
Eric Abrahamson y David Freedman, los autores del best-seller científico A Perfect Mess: The Hidden Benefits of Disorder (Un perfecto desorden: los beneficios ocultos), dicen: “El desorden no necesariamente es una señal de que no hay sistema. En una mesa donde todo está amontonado, podemos trabajar con más eficiencia que en una mesa limpia. Cuando una persona tiene su mesa hecha un desastre no quiere decir que trabaja mal. Quiere decir que trabaja tan bien que simplemente no tiene tiempo para limpiar.”
Como parte de una investigación la doctora en Filosofía de la Universidad de Minnesota, Kathleen Vohs, realizó un experimento bastante peculiar. Dividió a los 48 voluntarios en dos grupos y les pidió que encontraran maneras creativas para utilizar una pelota de ping-pong.
La mitad de los participantes del experimento fue ubicada en una habitación limpia y ordenada, la otra mitad en un lugar sucio.
Al final, los dos grupos llegaron al mismo número de ideas, pero según una evaluación independiente de otros estudiantes, los del segundo grupo tuvieron ideas más innovadoras y creativas.
Lo que llevo a concluir que: “Todos queremos ser más creativos, sentir la inspiración más seguido. Mi consejo para todos: si te sientes estancado y no sabes qué hacer, muévete a una habitación sucia. Esto te permitirá ir más allá de la percepción habitual y producir nuevas ideas más rápido. El orden es el resultado de nuestra tendencia a la seguridad, y el caos es el resultado de nuestra aspiración a replantear el mundo de manera creativa.” dijo Vohs.
Así que no te sientas mal, es una buena señal tu desorden, pero aquí hay otro empujoncito para que no ordenes tu espacio. la mayor parte de las grandes mentes de la historia son o fueron desordenadas: Albert Einstein, Alan Turing, Roald Dahl. Incluso JK Rowling no puede limpiar su apartamento.
Por: Desirée Medina
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