El Presidente Enrique Peña Nieto reconoció desde Palacio Nacional que su gobierno vive una crisis de credibilidad y que, por distintos eventos –entre ellos los cuestionamientos por corrupción o conflicto de interés–, hay indignación y molestia social. Ofreció, y le aplaudieron, que no habrá nuevos impuestos: “El gobierno tiene que gastar menos y gastar mejor”.
Pero dijo que, a mitad del camino, no es para empezar de cero sino para realizar ajustes y consolidar sus reformas. “Continuaremos edificando sobre las bases que hemos cimentado en la primera mitad”, expresó. “Hoy puedo decir, de frente a la Nación, que estamos cumpliendo”.
Aprovechó el espacio para lanzarse contra “la intolerancia, la demagogia y el populismo”. Dijo que fomentan el odio. Reconoció que “hay frustración y pesimismo” y alertó de que, en ese ambiente de incertidumbre, “el riesgo es que en su afán de encontrar salidas rápidas, las sociedades encuentren salidas falsas. Me refiero al riesgo de creer que la demagogia, la intolerancia o el populismo son las soluciones”.
Fuente: Sin Embargo
Sé parte de la conversación