Advierte Peña que insatisfacción leva a salida fácil
La libertad de prensa es “el instrumento más poderoso contra el autoritarismo”, dijo
El Presidente Enrique Peña Nieto reconoció que en México existen pendientes gubernamentales para cumplir la responsabilidad que tiene todo “Estado democrático de otorgar garantías a los periodistas para el ejercicio de su profesión”.
En lo que va del 2016 en México, han sido asesinados 11 periodistas, según informó la Sociedad Interamericana de Prensa al Primer Mandatario.
Peña reconoció que los periodistas deben ser protegidos de las amenazas del crimen organizado, sobre todo teniendo en cuenta las condiciones de seguridad en las que vive el país y dijo: “es obligación de un estado democrático otorgar garantías a los periodistas para el ejercicio de su profesión, principalmente ante la amenaza a la libertad de prensa que representa el crimen organizado”.
Aseguró que el Gobierno mexicano “es el primero en reconocer la necesidad de consolidar estos instrumentos” por lo que está determinado a realizar los ajustes y cambios necesarios para que cumplan el gremio pueda realizar sus funciones de manera eficaz.
Sin embargo, aclaró, para que ese esfuerzo dé resultados, los estados deben asumir la responsabilidad que les corresponde.
Reconoció que “la intimidación y los ataques contra periodistas, no sólo afectan su integridad y el ejercicio de sus libertades individuales, sino que nos dañan como sociedad”, debido a que la libertad de expresión y de prensa son “el instrumento más poderoso contra el autoritarismo, la intolerancia y la mentira”
Actualmente, indicó, se proporciona protección a 452 personas, de los cuales 285 son defensores de derechos humanos y 167 periodistas.
El Presidente reconoció que las sociedades demandan respuestas inmediatas a sus inquietudes, y su insatisfacción ante problemas complejos, como la pobreza, desigualdad o el lento crecimiento de la economía, producen frustración que lleva a buscar salidas fáciles.
Según explicó, la insatisfacción con la democracia suele abrir la puerta a soluciones mágicas o promesas irrealizables y “siempre existe el riesgo de que en su afán de encontrar salidas rápidas, las sociedades opten por salidas falsas”.
Por ello, es los gobiernos democráticos enfrentan al reto de mejorar su forma de mantener un diálogo con los ciudadanos.
Fuente: Reforma
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