Peña Nieto llegó a Francia el pasado domingo en medio de varias protestas y muestras de rechazo de mexicanos que viven en ese país.
“Las cosas se complicaron bastante” al llegar a Francia con la noticia de la fuga del “Chapo”, declaró al semanario Proceso una fuente cercana al presidente mexicano.
“Francia no puede invitar a un presidente que tiene las manos manchadas de sangre”, dijo en el micrófono uno de los manifestantes que realizaron un mitin en la explanada de Trocader, en París.
El partido de extrema izquierda, el “Frente de Izquierda” (Front de Gauche), también expresó su descontento por la invitación hecha por el presidente socialista François Hollande, al mandatario mexicano. Por ello, en un comunicado lo declaró “persona non-grata” en territorio francés.
Por su parte, el diaro francés Le Monde criticó la participación del Ejército mexicano en el desfile de La Bastilla y calificó su participación como “vergonzosa” por los casos de violaciones a derechos humanos en los que han estado involucrados las fuerzas mexicanas.
En especial, el diario mencionó dos casos que ha impactado a nivel internacional: la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en Guerrero, y la masacre de 22 civiles en Tlatlaya, en el Estado de México.
“Las sospechas se ciernen sobre las violaciones a derechos humanos cometidas por soldados mexicanos”, dijo Le Monde.
También señaló que nueve meses después, varios están levantando la voz para denunciar la posible complicidad del ejército en la desaparición de los normalistas.
“Las desapariciones forzadas, torturas y detenciones arbitrarias son práctica común entre fuerzas de seguridad y la policía mexicana… François Hollande debe recordarle a su invitado que estos actos no pueden quedar impunes” dijo Geneviève Garrigos, Presidente de Amnistía Internacional en Francia, a Le Monde.
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