La pareja de 55 y 32 años fue detenida en el aeropuerto cuando se disponían a tomar un vuelo con destino a Vancouver
El director ejecutivo de una empresa de casinos en Canadá renunció a su trabajo, luego de que él y su esposa fueran acusados de hacerse pasar por empleados de un motel para ser vacunados contra la Covid-19 y cuyo lote de dosis estaban destinadas a los residentes de una comunidad indígena.
De acuerdo con la información de El Universal, Rodney, de 55 años, y Ekaterina Baker, de 32, arribaron a Whitehorse el 19 de enero y se suponía que permanecerían en cuarentena durante 14 días, pero no lo hicieron y el día 21 volaron a Beaver Creek, una comunidad de unas 100 personas, cerca de la frontera con Alaska.
Al llegar al territorio canadiense Yukon, vieron que un equipo móvil estaba colocando la vacuna de Moderna a los residentes, entre los que estaban programados ancianos de la Primera Nación de White River.
Sin embargo, la pareja se presentó y dijo trabajar en un motel local para poder recibir la dosis.
Las personas que viven en y trabajan en Yukon no necesitan una identificación para vacunarse. Previamente, el gobierno había anunciado que se aceptarían tarjetas de salud de otras jurisdicciones si las personas fueran residentes del territorio. Debido a esto la pareja levantó sospechas en la clínica.
Luego de ser vacunados, la pareja pidió que los llevaran al aeropuerto y fue entonces cuando el motel confirmó que no eran empleados, por lo que personal de la clínica llamó a la policía.
Más tarde los agentes los buscaron en su lugar de cuarentena en Whitehorse, pero ya se habían ido y fueron detenidos en el aeropuerto, listos para regresar a Vancouver.
Por estos hechos, la pareja fue acusada de violar la Ley de Medidas de Emergencia Civil de Yukon, por lo que enfrenta una multa de 500 dólares por cargo, más seis meses de cárcel. Por ahora tienen 30 días para pagar la multa o declararse no culpables y solicitar un juicio.
“Estas personas engañaron y violaron las medidas de emergencia para su propio beneficio, lo cual es completamente inaceptable en cualquier momento, pero especialmente durante una crisis de salud pública”, declaró el ministro de Servicios Comunitarios de Yukon, John Streicker.
Al respecto, la Primera Nación de White River condenó las acciones de la pareja y dijo que los cargos eran demasiado indulgentes.
Por su parte, Angela Demit, la jefa de White River First Nation, declaró que las acciones “egoístas” de los Baker pusieron en riesgo a sus habitantes, ya que la región había sido seleccionada para recibir la vacuna debido a su población de alto riesgo.
En tanto, el director médico de salud, el doctor Brendan Hanley, aseguró a la comunidad que el riesgo de transmisión del virus es “muy bajo” en este caso, por lo que la administración local señaló que implementará sus propias normas para la segunda vacunación comunitaria.
Janet Vander Meer, líder del Equipo Interinstitucional covid-19 local, dijo que Beaver Creek ha estado lidiando con desafíos únicos como comunidad fronteriza. A pesar de ser una comunidad muy pequeña, dijo que las personas transeúntes viven y trabajan en la ciudad, lo que puede explicar por qué la pareja no levantó sospechas hasta después de recibir su vacuna.
Rodney Baker trabajaba como presidente de Great Canadian Gaming Corporation en 2010 y luego CEO en 2011.
La compañía posee más de 20 casinos en Columbia Británica, Ontario, New Brunswick y Nueva Escocia y, el año pasado, se vio envuelta en una investigación sobre acusaciones de corrupción y lavado de dinero.
Una vez que se dio a conocer su falta, Great Canadian lo retiró del cargo.
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