El Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó en un informe que impulsar los ingresos de los pobres y la clase media, en vez del de los ricos, puede ayudar a elevar las perspectivas de crecimiento para todos. Sin embargo, la brecha entre la riqueza y la pobreza de los países desarrollados y emergentes está en su punto más ancho en las últimas décadas, lo cual tiene profundas implicaciones económicas.
Si la desigualdad persiste, los pobres y la clase media seguirán teniendo menos oportunidades de obtener una educación, mejorar sus habilidades, y perseguir sus sueños de emprender. Esto provoca, agregó el FMI, que la productividad del trabajo y el crecimiento sufran.
A su vez, un estudio del Boston Consulting Group (BCG) alertó que en cuatro años más, los millonarios controlarán la mitad de la riqueza del planeta.
Fuente: Sin Embargo
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