La joven fue torturada luego de que la acusaran de participar en el asesinato de un miembro de la banda
En Virginia, Estados Unidos, 10 sujetos fueron acusados de participar en la tortura y asesinato de Damaris A. Reyes Rivas, de 15 años, en enero pasado.
Este martes, un juez de Virginia imputó al primero de los 10 acusados, quien responde al nombre de Wilmer A. Sánchez Serrano, de 22 años.
Wilmer, junto a otros integrantes de la banda MS-13, grabaron cuatro vídeos para exhibir como acuchillaban y remataban a la joven con un palo de madera a las afueras de Washington, en el Estado de Virginia.
En las imágenes, la joven aparece con una camiseta negra y pantalones vaqueros, mientras camina por un bosque al que le llevaron los pandilleros para cuestionarla por la muerte de Christian Sosa Rivas, otro miembro de MS-13, fallecido una semana antes.
De acuerdo con una nota de El País, la banda consideraba que Damaris había colaborado en la muerte de Sosa Rivas, con quien había mantenido relaciones, por lo que decidieron tomar venganza contra la joven.
La agresión a Damaris comenzó la tarde del 8 de enero, cuando un conocido de ella la recogió en coche y le mintió sobre el lugar al que irían.
Este conocido había sido amenazado por los agresores, por lo que llevó a la joven al Parque del lago Accontik, a 45 minutos de Washington, donde el grupo de delincuentes comenzó a interrogarla sobre la muerte de Sosa Rivas.
Pese a las gélidas temperaturas, la obligaron a desnudarse en la nieve para sentir “el frío que sintió Sosa Rivas”, después la amenazaron con cortarle un dedo y la acusaron de participar en el linchamiento de Sosa Rivas.
Testimonios del investigador principal detallaron que la novia de Sosa Rivas, Venus Romero Iraheta, de 17 años, apuñaló a Damaris 13 veces y utilizó el cuchillo para quitarle un tatuaje. Pese a ser menor de edad Iraheta será juzgada como un adulto.
Las autoridades arrestaron a 18 personas por este caso, y acusado formalmente a diez de ellos, tres de los cuales se han declarado culpables de las acusaciones.
La mayoría de los implicados provenía de El Salvador, donde el grupo tiene sus principales líderes.
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