No lo llevaron al doctor porque no creían en la medicina
La pareja creía que su hijo solo estaba durmiendo
Los padres que convivieron por más de un mes con su hijo muerto en su departamento declararon ante el juzgado penal número 1 de Girona, España, que desconocen cuándo murió el menor de ocho años.
La familia Hopkins dijo que el niño, después de tener un ataque de asma, fue medicado y mejoró. Sin embargo, una vez que se fue a dormir ya no despertó.
El menor fue encontrado muerto el 5 de enero de 2016, cuando policías españoles entraron al departamento en el que vivían los Hopkins, ya que la casera pidió ayuda a las autoridades debido a que no le habían pagado la renta y además había escuchado gritos al interior del inmueble.
Solo cuando los agentes encontraron el cuerpo la pareja se dio cuenta que su hijo estaba muerto. El cadáver tenía alrededor de un mes de descomposición y durante todo ese tiempo los otros hijos del matrimonio convivieron con él.
Las autoridades españolas señalan como responsables de la muerte del niño a sus padres por no haberlo llevado a tiempo al médico.
La pareja explicó ante el juez que combinaban la medicina tradicional con la homeopatía. También declaró que durante un año solo habían ido una vez al médico y en ocasiones solo iban a la farmacia a comprar el medicamento del menor.
Al respecto, el fiscal de Girona señala que Bruce y Schrell Hopkins, de 41 y 40, originarios de Detroit, son culpables del delito de homicidio por imprudencia grave con el agravante de parentesco, por lo que solicitó una sentencia de tres años y tres meses de cárcel el pasado 28 de noviembre.
La versión del fiscal señala que los padres del niño antepusieron su planteamiento religioso, moral o ético a la vida del menor. Además acusa que el niño sufrió una crisis asmática que se agudizó y que los padres al verlo no lo llevaron al hospital ni llamaron al servicio de emergencias.
En agosto de 2014, la familia Hopkins se estableció en Girona para huir de la violencia de Detroit y también por motivos de salud, ya que la madre y los tres hijos padecían asma.
Los peritos médicos determinaron que el niño murió de una crisis asmática, las cuales en ningún caso son tan inmediatas para no dar tiempo a una reanimación. Además, señalaron que el cuerpo no tenía restos de medicamento para tratar ataques y que el tratamiento necesitaba de receta, y ellos no tenían.
Una de las hijas de Los Hopkin declaró a un agente de los Mossos d’Esquadra que a su hermano había días en los que mientras jugaba le daban ataques o mejoraba y que su familia no creía en la medicina tradicional ya que una vez su madre fue al médico a tratarse de una alergia y solo empeoró.
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