El abuso en contra de los hijos inició, al menos, desde el 2010
Entre los castigos que las víctimas sufrían estaban golpizas y estrangulamientos
Hasta 94 años en prisión podrían pasar los padres acusados de torturar y mantener en cautiverio a sus 13 hijos en Perris, California, Estados Unidos.
Este jueves David Allen Turpin, de 57 años y Louise Anna Turpin, de 49 años, fueron acusados de 12 cargos de tortura, 12 cargos de cautiverio; seis cargos de abuso infantil y negligencia, además, el padre también enfrenta un cargo de actos lascivos contra un menor de 14 años.
El fiscal del condado de Riverside, Mike Hestrin, señaló que el abuso en contra de los hijos, con edades de entre 2 y 29 años, habría iniciado, al menos, desde el 2010, cuando la familia vivía en Forth Worth, Texas, y fue empeorando con el paso del tiempo.
Con base en la investigación se determinó que los padres empezaron por amarrar a sus hijos con cuerdas, pero cuando una de las víctimas logró escapar los padres utilizaron cadenas y candados, castigo que duraba por semanas o hasta meses, explicó el fiscal.
Esta situación que quedó en evidencia el pasado domingo, cuando las autoridades entraron a la casa y encontraron a dos niños, de 11 y 14 años, encadenados a los muebles, así como a un adulto atado a una cama.
Durante los encadenamientos los jóvenes tenían prohibido ir al baño. Además, los padres tampoco permitían que sus hijos se bañaran más de una vez por año, por lo que las víctimas fueron halladas en una condición de extrema suciedad al momento de ser rescatados.
Hestrin detalló que entre los castigos en contra de los hijos también había golpizas y estrangulamientos, por cosas como que los niños se lavaran las manos arriba de la muñeca.
Asimismo, las 13 víctimas presentaron una fuerte desnutrición ya que, según sus relatos, los padres no los proveían de alimento, pese a que sí compraban comida, la cual sólo era puesta en la mesa para que sus hijos la vieran pero no les permitían comer.
El polémico caso salió a la luz el pasado domingo cuando una de las jóvenes cautivas, de 17 años de edad, escapó de la residencia familiar y llamó a las autoridades desde un teléfono que encontró en la casa.
La chica narró a la policía que ella y sus 12 hermanos y hermanas estaban secuestrados por sus padres en el hogar familiar, algunos incluso con cadenas y candados.
De acuerdo con Hestrin, esta joven planeó su escape durante dos años e inicialmente iba acompañada de una hermana, quien se regresó a la casa por miedo.
Con información de La Opinión
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