Un grupo de manifestantes entre los que había una veintena de padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa entraron al 27 Batallón de infantería de Iguala, Guerrero porque están seguros de que el Ejército mexicano los secuestró y porque el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, les canceló una cita que tendrían hoy en el Distrito Federal.
El saldo: nueve padres lesionados y mucha indignación, dicen papás de los jóvenes desaparecidos en Iguala.
Por la tarde-noche de este día, Celso Gaspar Tecoapa, padre de uno de los 43, sufrió un infarto, de acuerdo con información que fue proporcionada por ellos mismos. Mario César González, padre de César Manuel González, dijo que el padre de Emiliano Alan Gaspar de la Cruz sufrió un infarto y que se encuentra en un hospital privado de Tixtla, luego de que médicos del Gobierno federal que llegaron hoy a la Escuela Rural Raúl Isidro Burgos “se negaron a atenderlo”.
“Ahorita le están poniendo oxígeno, lo tienen adentro, no sabemos cómo está. Pero sí es uno de los papás golpeados”, afirmó Mario César González a las 8 de la noche. Los médicos, dijo, llegaron después del enfrentamiento en Iguala para revisar a los heridos.
“Somos nueve los lesionados: yo con fractura de nariz, hay descalabrados, a uno casi le sacan el ojo y otro tiene un brazo quebrado; se lo quebraron con el escudo, porque nos echaron a los antimotines”, narró González.
Esta mañana, padres de los normalistas desaparecidos, estudiantes de la Normal de Ayotzinapa e integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG) protestaron frente a las instalaciones militares en Acapulco e Iguala. En esta última ciudad, las manifestaciones acabaron con enfrentamientos entre civiles y militares.
Mario César dijo a SinEmbargo que fueron 27 padres los que ingresaron al cuartel de Iguala y el resto en Acapulco. Fueron a sacar a sus hijos con sus propias manos, afirmó, porque están seguros que las fuerzas castrenses los tienen.
“Queríamos que se nos abrieran las puertas para buscar a nuestros hijos, era lo que pedíamos, porque estamos seguros que ellos participaron, ellos les quitaron los teléfonos en el hospital. Cuando entramos había muchísimos militares y nos mandaron a los antimotines y tuvimos que defendernos”, indicó.
De acuerdo con el padre de familia Miguel Ángel Osorio Chong canceló una cita que tendría con ellos hoy en la Ciudad de México.
“Ya estábamos listos para salir a las seis de la mañana y un tal Jaime nos habla y nos dice que Osorio Chong no va a estar, que nada más [Jesús] Murillo Karam, que se cancelaba. Ya a los padres no nos quieren ni ver, entonces más tarde, como a las tres que ya estábamos en el cuartel nos hablan para decirnos que nos estaban esperando”, dijo el padre de César Manuel.
Al momento en que los padres denunciaban que tenían pruebas de que los soldados de ese batallón intervinieron en los hechos del 26 de septiembre, algunos normalistas lograron abrir la puerta del cuartel general, por lo que la policía militar formó un cerco para evitar su ingreso.
Se informó que los manifestantes llegaron a las instalaciones y derribaron la puerta con un camión de carga y entraron al cuartel, para comenzar a arrojar piedras a las fuerzas castrenses.
Mario César indicó que a pesar de los golpes recibidos hoy, seguirán buscando a sus hijos y no descansarán hasta encontrarlos.
“Si ellos tienen armas, no nos interesan, lo que nos interesa a nosotros es la vida de nuestros hijos. Ya ni la Procuraduría tiene tiempo para nosotros, entonces, decidimos buscarlos por nuestra cuenta, aunque nos sigan reprimiendo”, dijo.
Clemente Rodríguez Moreno, padre de Cristian Alfonso Rodríguez, participó en la protesta en el cuartel de Acapulco y dijo que lo único que los padres querían, era que los altos mandos salieran a dar la cara.
“Queríamos que los altos mandos dieran la cara, para exigirles que ya los busquen, con los mismos militares, ellos los tienen porque hay evidencia que el Ejército estaba resguardando a los 43, hay testigos y no han hecho nada”, dijo.
Clemente aseguró que el Ejército los agrede en cualquier manifestación que realizan en Guerrero y que en Iguala es el peor lugar para los padres de los 43.
“Estoy muy avergonzado por el mal gobierno que tenemos, por el Ejército, donde quiera que nos ven nos contestan con agresiones. Uno se tiene que defender. Por parte de Iguala, cuando nos metemos la misma gente nos empieza a grabar, hay muchos halcones en Iguala, hay mucha agresión, más que en cualquier parte. No sé si reciben dinero, sepa Dios”, dijo.
Rodríguez Moreno recordó las promesas que les hizo el Presidente Enrique Peña Nieto el 29 de octubre, cuando los recibió en Los Pinos.
Rafael López Catarino, padre de Julio César López, aseguró que de acuerdo con el GPS del celular de su hijo, el último lugar donde estuvo, fue en las instalaciones del 27 Batallón de Infantería de Iguala.
“Estamos enfocados a los militares. El celular de mi hijo, su GPS dice que estuvo en el cuartel militar de Iguala. Por eso ellos participaron, ellos saben dónde están los muchachos”, dijo.
López Catarino reveló que unos conocidos suyos de la Procuraduría General de Justicia del Estado le ayudaron a investigar la trayectoria que siguió el celular de su hijo gracias al GPS.
“Yo sigo pagando el celular de mi hijo, tengo su chip, me dicen que no lo use que porque las investigaciones, pero de qué sirve, nomás nos han engañado y tenemos que buscarle con nuestros propios recursos”, dijo.
El padre de Julio César coincidió con Mario César sobre la reunión que tenían en el DF y que fue cancelada.
“Una comisión de padres íbamos a ir para allá. Ya estábamos listos y nos cancelan a última hora, que porque no van a estar”, indicó.
Tomada de sinembargo.mx
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