El abogado de los familiares de los estudiantes desaparecidos calificó el trato como “humillante”
El Obispo de Acapulco aseguró que fueron las autoridades del templo quienes impusieron las condiciones de la misa
Durante la ceremonia que se realizó en honor de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, en Guerrero, los padres de los normalistas denunciaron malos tratos por parte del personal de seguridad de la Basílica de Guadalupe.
“Humillante”, así fue como calificó Vidulfo Rosales, abogado de los padres de los jóvenes desaparecidos, el trato que recibieron por parte de los elementos.
Rosales dio a conocer que durante el discurso del Obispo de Acapulco, Raúl Vera, estuvieron presentes elementos de la Policía Federal, los cuales les prohibieron tomar fotos o videos de la misa.
También aseguró que el lugar donde se realizó la homilía era inadecuado, ya que era una capilla alterna al altar central de la Basílica, el cual ni siquiera contaba con equipo de sonido, por lo que el mensaje del Obispo era interrumpido por los ruidos externos, por lo que tuvo que lamentarse que la celebración religiosa no pudiera llevarse a cabo en otro lugar.
“No venimos a otra cosa más que a reafirmar nuestra fe. Emplazamos a la Iglesia a que asuma un compromiso con la igualdad, porque nos cerraron las puertas para impedirnos llegar a la Virgen, a la que le pedimos fortaleza”, comentó.
Sobre estos hechos, el equipo de comunicación de la Basílica dijo que fueron los padres de los normalistas quienes pidieron que la misa se realizara en dicho lugar, versión que fue desmentida por el Obispo de Acapulco, señalando que las autoridades del templo impusieron las condiciones en las que se llevaría a cabo la ceremonia.
Esta no es la primera vez que los padres de los 43 son rechazados en este lugar, quienes aseguran que su única intención sigue siendo mover conciencias y exigir el esclarecimiento de la desaparición de sus hijos, de los cuales no saben nada desde hace tres navidades.
“Las 43 familias están reunidas para que nuestra voz llegue al Gobierno, porque nosotros no paramos ni en las fechas más importantes. Llegar a casa implica sentir la ausencia de nuestro hijo”, narró en una ocasión anterior Hilda Legideño, madre de Jorge Antonio Tizapa, uno de los desaparecidos.
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