La represión fue ordenada por el gobierno estatal
Ya han muerto dos niños debido a que les negaron la atención médica; los doctores no revisaron a todos los menores y tampoco les dieron medicinas
Este pasado lunes un grupo de elementos de la Policía Estatal de Veracruz dispersó a golpes a cerca de 40 padres y madres de familia de la comunidad Ojito de Matamoros, quienes mantenían bloqueada una carretera local para exigir la presencia urgente de médicos en su poblado, esto después de que 14 niños presentaran un cuadro de enfermedad respiratoria aguda y vómito.
Debido a que se les negó la atención médica en el Hospital Regional de Entabladero, dos de estos niños murieron la semana pasada, de acuerdo con lo informado por el organismo civil Red Unidos por los Derechos Humanos (RUDH).
La representante del organismo civil de defensa de los derechos humanos, Alejandra Jiménez, comentó que después de la muerte de estos dos menores, los familiares de otros 12 menores enfermos decidieron bloquear la carretera estatal que conecta Espinal con Coyutla y Cosquihui, al norte de Veracruz, para exigir presencia urgente de las autoridades sanitarias estatales.
#Video: @SP_Veracruz, por orden de @YoconYunes, desaloja a manifestantes que pedían atención médica para sus hijos en #Coxquihui #Veracruz. pic.twitter.com/FTzPr1QnaR
— ONEA México (@oneamexico) October 10, 2017
Dicha protesta comenzó el 7 de octubre. Ese día los Servicios de Salud del gobierno de Veracruz informaron que había sido enviada una brigada de médicos y personal auxiliar a la comunidad Ojito de Matamoros, que realizó 86 consultas médicas entre la población.
Además, según ellos, 12 niños fueron enviados al Servicio de Urgencias del Hospital Regional de Poza Rica, 11 de los cuales fueron dados de alta, tras diagnosticarles amigdalitis, rinofaringitis e infección respiratoria aguda.
Pese a ello, los Servicios de Salud estatales no hablan en ningún momento sobre los dos niños que fallecieron al no recibir atención médica.
También señalaron que dicha brigada se fue al día siguiente de haber llegado, por lo que los pobladores bloquearon nuevamente la carretera, ya que según la representante de la RUDH, “los médicos solamente revisaron a una parte de la población, hubo niños a los que no revisaron, y se fueron sin determinar de qué tipo de enfermedad estamos hablando, además de que no dejaron medicamentos”.
Alejandra Jiménez dijo que “el personal de salud responsabilizó a las familias, diciéndoles que todo era un tema de falta de higiene, que por eso estaban enfermos”.
La intención del bloqueo era que regresaran los médicos, aunque en su lugar llegaron cerca de 30 patrullas de la Policía Estatal, cuyos tripulantes arremetieron contra las familias de los menores enfermos.
“Hacia las seis de la tarde se presentó personal de la policía estatal –señaló la defensora de derechos humanos– y los replegó a golpes. Se contabilizaron 33 patrullas, aunque los familiares eran un grupo de menos de 40 personas, principalmente familias de los niños enfermos, y luego de replegarlos, los policías se introdujeron a varios domicilios, amenazaron a la gente, incluso detonaron armas, y se llevaron detenidas a seis personas”.
De los detenidos, aún están privadas de su libertad tres personas.
“Hasta ahora no hemos podido confirmar si ya las presentaron ante el Ministerio Público o dónde las tienen, para nosotros están desaparecidas esas personas”, aseguró la representante de la RUDH, según una nota de Animal Político.
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