Los vecinos han pedido la expulsión de las familias otomíes
Los indígenas, al igual que otros habitantes, han instalado campamentos para cuidar sus cosas y evitar que les quiten sus predios
La comunidad indígena también se vio afectada por el sismo de 7.1 grados escala richter que sacudió el centro del país el pasado 19 de septiembre. Entre los damnificados están aproximadamente 30 familias del pueblo ñañu (otomí), quienes habitan en predios de la colonia Roma (calle Guanajuato 200 todavía en campamento y Zacatecas 64 quienes ya están dentro nuevamente) y en la Colonia Juárez, en las calles Roma 18 y Turin.
Como otras personas que no pueden volver a sus hogares, si bien porque colapsaron o se dañaron, estas familias han levantado campamentos en la calle para salvaguardar sus bienes y también impedir que los despojen de los predios.
Por si fuera poco, no sólo deben pasar por esta terrible situación, pues los indígenas también han sido víctimas de racismo, discriminación y calumnias por parte de algunos vecinos.
En un comunicado emitido el 28 de septiembre, #BrigadistasAutónomas denunciaron que los vecinos han acusado a algunas personas de estas familias “llamándolos ladrones y pidiendo que la policía se los lleve”.
De igual manera solicitaron a quienes tienen familiares, amigos o conocidos en la Condesa y Roma que hablen con ellos y les expliquen que querer expulsar a los otomíes de sus colonias es una violación a los derechos humanos
Finalmente hicieron un llamado a “todos los mexicanos no racistas y solidarios acompañar solidariamente a nuestros compañeros ñañus, siguiendo el ejemplo de maestros democráticos y civiles que apoyan al Congreso Nacional Indígena, quienes desde Guanajuato y Querétaro trajeron acopio de víveres para los campamentos otomíes”.
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