Este alimento es una mezcla de tradición prehispánica y española
Las cuatro tiras de masa en forma de cruz simbolizan los cuatro puntos cardinales consagrados a dioses antiguos
Sin duda México es uno de los países más amados por su gastronomía, la cual fue declarada en 2010 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
El pan es un alimento significativo mexicano que comenzó en el siglo XVIII, bajo la influencia de los conquistadores europeos.
Una de las tradiciones mexicanas más famosas del mundo es la festividad del Día de Muertos, la cual se convierte en un manjar culinario los días 1 y 2 de noviembre.
Entre los platillos que más destacan está el Pan de Muerto, una mezcla de culturas prehispánicas y españolas que representan la alegría de los pueblos mexicanos por festejar la muerte y el tradicional uso del trigo en el mundo católico europeo.
A sur de México, en Oaxaca, se encuentran gran variedad pan de muerto. Es el estado que más consume y en él hay gran variedad de formas y sabores.
Por su parte, en el Estado de México se encuentran las denominadas “muertes”, un pan con figura humana hecho de yema de huevo, harina y canela.
Sin embargo, la figura del pan de muerto que destaca es la bola de masa que en la parte superior lo acompañan un circulo en el centro, con cuatro tiras de la misma composición que hacen alusión a los huesos y las lágrimas derramadas por las personas que ya no están.
Las cuatro tiras están colocadas en forma de cruz y pueden simbolizar los cuatro puntos cardinales consagrados a los dioses antiguos: Quetzalcóatl, Tláloc, Xipe Tútec y Tezcatlipoca.
Otras de las teorías es que el Pan de Muerto es una forma de ofrecer doncellas al sacrificio de los dioses y colocar el su corazón en un recipiente lleno de amaranto.
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