El Arzobispo de Oaxaca ha insinuado que este caso podría tratarse de una “cortina de humo”
En el país hay por los menos 523 denuncias de pederastia clerical y ninguna ha sido castigado
El auto de libertad otorgado al vicario general de la arquidiócesis de Antequera Oaxaca, Carlos Franco Pérez Méndez, fue revocado por Segunda Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia.
El órgano judicial ordenó su reaprehensión al acreditar el delito de violación equiparada agravada, en contra del catequista Lenin Moisés López Jiménez.
Joaquín Aguilar Méndez, director de la Red de Sobrevivientes de abuso sexual de sacerdotes, reconoció que en el país hay por los menos 523 denuncias de pederastia clerical y ninguna ha sido castigada.
Por ello se espera que Oaxaca sea un ejemplo para México porque los dos casos contra sacerdotes, el del padre Gerardo Silvestre Hernández y del vicario general Carlos Franco Pérez Méndez han avanzado judicialmente.
Hernández, fue detenido el 29 de noviembre de 2013 por el presunto abuso sexual de 45 niños indígenas; mientras Pérez Méndez por violación equiparada agravada.
El joven catequista acusó complicidad del arzobispo porque “nos han negado como muchas cosas, las cámaras de seguridad (que contienen el abuso sexual) y han manipulado a la feligresía que me han llamado traicionero, casi me quieren poner como anticristo por ser enemigo de la iglesia pero si nos quedamos callados nos puede pasar a mas menores. No ha sido fácil porque he sufrido por parte de la Iglesia ataques a mi persona, pero seguiré exigiendo justicia”.
Al respecto, el padre Alejandro Solalinde Guerra manifestó que el arzobispo de Antequera Oaxaca, José Luis Chávez Botello, debería de renunciar como lo pidió el Papa Francisco por proteger a curas violadores y pederastas.
A su vez hizo un llamado al Nuncio apostólico, Franco Coppola, y al presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano para que tomen cartas en el este caso que es “gravísimo porque no solo fue una violación del vicario, el brazo derecho del arzobispo, sino que fue en la Catedral, en Semana Santa y en jueves santo, en contra de catequistas y sus padres son dirigentes, entones, el padre debió pensar en eso antes de emborracharlos para luego hacer lo que hizo”.
Los hechos ocurrieron la madrugada del pasado 25 de marzo, cuando después de tomar mezcal, el cura comenzó a acariciarlo, lo jaloneó, se golpeó la cabeza y ya no supo que pasó.
Al despertar, se dio cuenta que había sido ultrajado y decidió avisar a sus padres y denunciar el hecho, mientras que el arzobispo solo se limitó a decir que se abriría el caso correspondiente.
En julio, el arzobispo de Antequera, José Luis Chávez Botello, rechazó que encubra a sacerdotes pederastas o violadores.
Chavéz ha insinuado que este caso podría tratarse de una “cortina de humo” porque “fíjense cómo estas cositas (la violación del joven) salen cuando hay problemas serios en la sociedad, cuando hay problemas así o cuando hay alguna acción, a veces estas llamadas fuertes”.
Fuente: Proceso
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