Algunos operan con la leyenda libre en la unidad
Alteran taxímetros, circulan con placas robas o, a veces, no cuentan con placa
En las zonas limítrofes de la capital del país hay vehículos particulares, modelos viejos o nuevos, que brindan servicio ilegal como taxis y se han propagado a lo largo de las distintas colonias y delegaciones Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Álvaro Obregón, Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Tlalpan, gobernadas por el PRI, el PRD y Morena, publicó hoy El Universal.
Estos automóviles se identifican porque algunos circulan con un trozo de papel con la leyenda “libre”, situada en el costado derecho del parabrisas.
Otros más se forman en bases improvisadas o en sitios de taxis ya autorizados. Casi todos sus trayectos son en las zonas altas de la Ciudad, no van a las áreas bajas para no ser detenidos en operativos del Instituto de Verificación Administrativa (Invea) de la Ciudad de México, ya que algunos no portan placas o son de otros estados del país, no tienen verificación e, incluso, algunos ya están muy deteriorados.
Pero cuando se trata de un coche que es un modelo reciente, no portan el letrero de “libre” y pasan desapercibidos. Generalmente no portan taxímetro y así pueden cobrar a su gusto; si lo llevan, está alterado.
Hasta hace 10 años, en la Ciudad de México se sabía de un solo grupo a los taxis pirata, recordó Bernardo Navarro, coordinador del Observatorio de Transporte y Movilidad Metropolitana de la UAM, pero ahora todo cambió, lo que se visibiliza en cuatro puntos.
Primero, los sitios que cuentan con unidades sin ningún registro oficial y que a veces no tienen cromática (25%); después están los “taxis” con cromática parcial o sin ella. Le mienten a los usuarios y se presentan parcialmente como regulares. “Éstos a veces están vinculados a cuestiones delictivas”, aseguró Navarro.
En tercer lugar, se localizan los que operan en las zonas populares. Se identifican como taxis de montaña y proporcionan un servicio que nadie más brinda (pasan por calles angostas, con baches o de terracería). Por último, están los que circulan con una placa robada a otro taxi y se hacen pasar como oficiales.
Del 1 enero de 2013 al 20 de septiembre 2016, el Invea puso en el corralón a 2 mil 391 unidades de taxis pirata y servicio privado: 297 en 2013; 509 en 2014; mil 345 en 2015, y 240 en 2016, según documentos que El Universal revisó vía Transparencia.
Estas unidades son inseguras para los ciudadanos, destacó Navarro Benítez, quien también es investigador y profesor de la UAM unidad Xochimilco, puesto que con un taxi completamente legal se tiene la certeza de que la autoridad cuenta con las 10 huellas digitales del concesionario y los choferes portan un tarjetón que es visible.
Los taxis pirata de estas zonas aprendieron a sobrevivir y prestar sus servicios, se volvieron resistentes a los operativos del Invea, organismo que de enero de 2013 a septiembre de 2016 realizó 2 mil 217 “verificaciones piratas”: 285, en 2013; 472, en 2014; mil 274, en 2015 y 186, en 2016, de acuerdo con documentos de Infomex-CDMX.
Los piratas se esconden cuando hay operativos, o alteran los checadores de los sitios son, probablemente con ayuda de alguna autoridad. Otros usan aplicaciones como WhatsApp para informarse donde se realizan los operativos. Y en varias zonas no hay revisiones.
Lee la investigación completa en El Universal
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