Tras superar la pandemia, ahora Nueva Zelanda se enfrenta a esta plaga
Algunas personas alimentas a las gallinas salvajes, pero la comida que les dejan atrae a las ratas
Habitantes del oeste de Auckland, en Nueva Zelanda, se enfrentan a una plaga de pollos salvajes, una situación que parecía bajo control antes de la pandemia del coronavirus.
The Guardian informó que el cacareo de las aves no deja dormir a las personas que viven en el suburbio de Titirangi, además de que hacen destrozos en jardines, huertos y sacan las raíces de los árboles Kauri, una especie emblemática del país.
Algunas personas alimentan a estas aves, pero la comida que les dejan ahora atrae a las ratas. Según declaraciones de Greg Presland, presidente del consejo público de la región de Waitakere Ranges, esta situación revivió las discrepancias en la localidad.
Rogue free-ranging chickens in Auckland's Titirangi are finally being rounded up & taken to new homes.
While they're popular with some, the birds have also been blamed for attracting rats, harming native birds & even holding up traffic. pic.twitter.com/N4ex79l9n5
— Checkpoint (@CheckpointRNZ) October 22, 2019
Algunos habitantes creen que las gallinas dan una apariencia pintoresca a la región, pero otros consideran que es como “una película de Stephen King”.
En el suburbio de Titirangui viven cerca de 4 mil personas, donde hay al menos 20 o 30 gallinas salvajes, detalló Actualidad RT.
Greg Presland mencionó que el problema de las aves salvajes surgió en 2008, cuando uno de los residentes liberó a dos pollos domesticados, a partir de entonces el número de aves aumentó llegando a 250 en 2019.
Tītīrangi chicken eviction: birds to be rounded up and moved on https://t.co/mfHZORTEOW
— RNZ News (@rnz_news) July 11, 2019
Con el objetivo de no dañar a los pollos salvajes, autoridades locales determinaron capturarlos y reubicarlos.
Al respecto, lugareños manifestaron su inconformidad en redes sociales por las gallinas salvajes, pues luego de superar el coronavirus, ahora enfrentan esta plaga.
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