Jacinda Ardern, la primera ministra, decretó un mes de cuarentena para evitar la propagación del virus
Actualmente la transmisión comunitaria es baja y el sistema de salud no ha sido rebasado
Nueva Zelanda es uno de los países que le está ganando la batalla al coronavirus, ya que desde hace dos semanas el gobierno prohibió a su sus ciudadanos hacer actividades no esenciales como ir a nadar a la playa o salir a cazar al bosque.
Sin embargo está permitido andar en bicicleta, caminar o hacer ejercicio en la calle y que los ciudadanos acudan al supermercado respetando una distancia de 2 metros en las filas o bien esperen a entrar de uno en uno.
De acuerdo con W Radio, este país tomó medidas diferentes a las de México o Estados Unidos y en lugar de la contención optaron por la eliminación, por lo que en solo 10 días comenzaron a tener señales positivas.
Durante dos días consecutivos lograron una disminución en el número de personas infectadas, pese a que las pruebas confirmaron 54 casos más. Además las cifras de pacientes recuperados son más altas de que de la cantidad de contagios diarios.
Como medida de protección, Jacinda Ardern, primera ministra del país, decretó un mes de cuarentena para evitar la propagación del virus.
Desde el pasado 19 de marzo, el gobierno cerró sus fronteras a los extranjeros; una medida muy cara cuando se trata de una economía que recibe alrededor de 4 millones de turistas al año.
La periodista Anna Fifield que viajó a este país relata que cuando el punto de inflexión llegó y el coronavirus se salía de control en Italia y EU, la primera ministra ordenó un bloqueo nivel 4, con solo 102 casos.
“Unas pocas horas antes de la medianoche, mi teléfono sonó como una sirena mientras emitía una alerta de texto: ‘Actúa como si tuvieras COVID-19. Esto salva vidas. Hagamos todo lo posible para unirnos contra COVID-19’”, relató Fifield.
All across New Zealand, cell phones just lit up with this message: pic.twitter.com/5ZOi1Prrww
— Anna Fifield (@annafifield) March 25, 2020
Los ciudadanos respondieron al llamado y comenzaron a denunciar a los vecinos que rompían con las medidas de distanciamiento social.
El pasado 2 de abril, Nueva Zelanda alcanzó un máximo de 89 casos nuevos, el cual se redujo en los días posteriores a 67 el lunes y 54 el martes.
Cabe señalar que la gran mayoría de estos contagios podrían deberse a viajes internacionales, lo cual hace que el seguimiento de contactos no sea tan complicado.
Actualmente la transmisión comunitaria es baja y el sistema de salud no ha sido rebasado. Sólo una persona ha perdido la vida, una mujer de edad avanzada con enfermedades preexistentes.13 personas permanecen internadas en hospitales, de las cuales tres se encontraban en cuidados intensivos.
Mientras que otras naciones occidentales tratan frenar la enfermedad y “aplanar la curva”, Nueva Zelanda se propuso acabar con ella por completo, reportando hasta el momento mil personas contagiadas y curiosamente confirmó su primer caso el pasado 28 de febrero, el mismo día que en México.
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