Con ayuda de sus padres el niño comenzó su negocio
Su objetivo es ahorrar para comprarse una consola de videojuegos
Shaid “N” es un niño de 9 años, originario de La Paz, Baja California, que se ha hecho viral en redes sociales, luego de que su madre Zhoe “N” compartiera en su perfil de Facebook que su hijo decidió vender palomitas de maíz para poder comprarse una consola de videojuegos
“Salió este videojuego famoso que todos traen. Shaid nos lo pidió pero ahorita estamos terminando de construir nuestra casa y tenemos que ahorrar, pero no le queríamos quitar la posibilidad de tenerlo, así que le dijimos que él lo podía intentar”, explicó la mujer en entrevista para El Universal.
Zhoe contó que la iniciativa de negocio de su hijo comenzó porque en la escuela primaria a la que va le pidieron crear uno, con el fin de incentivar la educación financiera y la cultura del ahorro entre los más pequeños.
De este modo inició con la venta de palomitas de maíz. Con ayuda de su padre, Shaid se metió a la cocina y juntos empezaron a experimentar sabores: mantequilla con chile en polvo y mantequilla tradicional.
Todos los martes y jueves, desde la 5:45 de la mañana, el menor se levanta a preparar sus palomitas para venderlas con sus compañeros de clase a 10 pesos. Todas sus bolsas tienen una calcomanía con el logotipo “Shahid’s Popcorn” que su madre le ayudó a diseñar.
Para tener un mayor control de sus ganancias, el menor anota en una libreta lo que vende y lo que invierte en sus palomitas, así como a sus clientes que le han quedado a deber dinero.
Gracias a que la madre del pequeño compartió su historia en redes, más de 60 mil internautas se han conmovido con el esfuerzo y dedicación que el niño ha invertido en su negocio.
No obstante hay quienes lo han criticado, diciendo que lo que hace no es suficiente para poder comprar una consola de videojuegos, por lo que su madre explicó que adicional a este negocio su hijo ha optado por vender sus juguetes viejos y ahorrar sus domingos.
La madre del menor asegura que esta experiencia ha hecho que su hijo se más consciente del valor del trabajo, del dinero, y que aprenda a que “no todo es inmediato como lo creen los niños de hoy. Ahora, antes de pedirle a sus padres algo, él ya lo piensa dos veces e incluso le da por comparar las ofertas y precios de productos entre los distintos supermercados”, sentenció.
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