Pese a esto, sólo uno de los maestros intentó disculparse
Los docentes y los demás alumnos se burlaban del pequeño porque tenía problemas de lenguaje, lo cual le pedía expresarse bien.
Tras ser víctima de bullying por parte de sus maestros, directivos y comunidad estudiantil, una madre y su hijo denunciaron el caso ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y no aceptaron la “disculpa pública”, ya que señalaron que no cumplía con los términos que ellos esperaban.
Esto se llevó a cabo en un pequeño salón de la Subsecretaría de Educación Federalizada (SEF), en donde se reunieron funcionarios de la CEDH, la prensa, así como maestros y directivos, quienes agraviaron al niño en 2013, cuando apenas tenía 9 años de edad.
En ese entonces, la señora Martha Esther Rodríguez Rodríguez llegó con el ombudsman estatal para interponer una queja en contra de los profesores y directivos Teresa de Jesús Ordoñez Morales, Esther Raymundo Córdova y Alejandro Salazar Trinidad, todos de la escuela primaria federal “Emiliano Zapata Salazar” de Chicoasén, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Ella acusó que ellos discriminaron y hostigaron a su hijo Knight Antonio Martínez Rodríguez. Sumado a que permitieron que fuera agredido por otros niños de la misma escuela, lo cual duró por varios meses, afectándolo psicológicamente.
Estos docentes y los demás alumnos se burlaban del pequeño porque tenía problemas de lenguaje, lo cual le pedía expresarse bien. Tras esto, el menor lloraba y se negaba a ir a la escuela.
Cuando la madre intentó reclamar lo anterior fue encarada por los mismos maestros, quienes apoyados por otros padres de familia los acusaron de ser una familia “conflictiva”.
Por ello acudió a la CEDH en donde se abrió la queja CEDH/1778/2013. Así, al momento de que los docentes se enteraron, publicaron una nota periodística en donde señalaban que el menor había llevado una pistola a la escuela para amenazar a los maestros y compañeros de clase, lo cual nunca pudieron comprobar, ya que “sólo fue una nota calumniosa para pretender desacreditar nuestra queja ante la CEDH”, dijo la madre.
Por esto el defensor de los derechos humanos encontró diferentes violaciones al derecho al trato digno, derecho a la no discriminación, derecho a la educación y derecho de los menores a que se proteja su integridad física y psicológica, por lo que se acordó realizar un acto de disculpa.
El profesor Alejandro Salazar Trinidad leyó un breve documento mientras las otras maestras acusadas guardaron silencio, esto causó la molestia de la madre y se retiró de la mesa.
Dijo que no firmaría la “disculpa pública” porque quería escuchar a todos los docentes involucrados pedirle disculpas a su hijo, además de que se comprometieran a que no volverían a hacer eso con ningún otro estudiante.
“Ni siquiera pido reparación de daño por la vía económica, lo único que pido es que pidan perdón, que reconozcan públicamente que sí son responsables del daño que le ocasionaron a mi hijo, sin embargo, sólo se limitaron a leer un documento vacío o hueco, pero nada dijeron de reconocer su error. Así no doy por aceptada la disculpa”, acusó la mujer.
Lee la nota completa en Proceso
Sé parte de la conversación