Recibió un pastel de cumpleaños y su foto se hizo viral
Las aulas de la Telesecundaria donde toma clases están improvisadas con cartón y plástico
Julio se hizo famoso en redes sociales, luego de que su maestra compartiera una serie de fotos en las que muestra su emoción por haber recibido su primer pastel de cumpleaños en la vida.
Él tiene 14 años, es originario de la Sierra del Nayar, en Nayarit, y hasta ese día nunca había festejado su cumpleaños, por lo que lloró de alegría al recibir el regalo de su profesora.
“Llegó y me dio el pastel. Me dijo: Hoy es tu cumpleaños. Le respondí que sí. Y pues me cantaron las mañanitas”, narró el estudiante a Excélsior.
Tras hacerse viral la fotografía de Julio, el menor recibió regalos entre ellos un balón de fútbol, ropa y despensa de Oklahoma y Zacatecas.
La responsable de esta emotiva sorpresa fue la maestra Iris García, quien explicó que Julio no sabía cómo partir el pastel puesto que nunca había tenido uno, además fue la primera vez que comió durazno, cereza y kiwi.
“Dije Dios mío, nadie nacemos sabiendo cómo partir un pastel y es impresionante como cosas tan sencillas, los niños tienen que sentirlas para ser mejores personas, para sentirse amados“, relató la maestra.
Julio es un estudiante de la Telesecundaria “Juan Escutia” en la comunidad indígena Huaynamota, perteneciente al municipio del Nayar, Nayarit. En ella dos de las cinco aulas son improvisadas por las docentes, tampoco cuentan con el material ni libros necesarios para las clases.
“Entre una maestra, el intendente y yo conseguimos las láminas de cartón para armar los dos salones. Nos trajimos los pizarrones que estaban para tirarse a la basura, los rehabilitamos y conseguimos las sillas; que quedaban en otros salones para acondicionar el aula”, narró la profesora Iris.
Para que Julio pueda acudir a clases debe trasladarse de su pueblo a la comunidad de Huaynamota, en donde se hospeda junto con sus compañeros en un albergue, lejos de sus padres, durante la semana.
“Tenemos algunos becados, 98, que vienen de diferentes lugares de muchas rancherías de los Sabinos, Carrizal, pues son de tres a cinco horas caminando hasta llegar aquí. Llegan los domingos en la tarde y se van los viernes“, explicó a Excélsior Graciela Bañuelos González, encargada del albergue.
En el albergue los niños cuentan con alimentos y un espacio para dormir y hacer su tarea. Para poder acceder a este servicio, los niños no deben faltar a clases, ya que de acumular tres faltas son expulsados y tienen que caminar diariamente por horas solos entre el monte para poder llegar a la escuela.
“Las reglas son que se porten bien y que tengan buena calificación más que nada, tampoco está permitido el noviazgo”, explicó la encargada del albergue.
La profesora Iris García explicó que algunos niños han sido expulsados del albergue por faltas menores, pero algunos de ellos son adoptados por los profesores para evitar que dejen la escuela por los largo trayectos que realizan para llegar.
Sin embargo, en esta comunidad no solo los niños padecen la falta de recursos sino que también los profesores, quienes se levantan todos los días a las cuatro de la mañana para tomar una combi que los lleve a Tepic a la cortina de la presa Aguamilpa, donde toman una panga (lancha) para otro viaje de una hora.
La panga los deja en la orilla del monte, de ahí los docentes deben tomar una camioneta para que los suba hasta la comunidad. Todo el traslado dura aproximadamente tres horas.
Las cinco profesoras de la Telesecundaria optan por quedarse en colchonetas durante la semana en la escuela, a veces sin agua, ni luz, pero no les queda otra opción cuando el trayecto es muy largo y caro.
Las maestras de la escuela solo piden a las autoridades que les brinden a sus alumnos la oportunidad de tener una educación de calidad, ya que todos son muy responsables y dedicados.
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