En un principio, los padres de la menor pensaron que esta se había tragado una moneda
Tras intervenir a la pequeña para sacarle el objeto, los médicos se dieron cuenta del daño que la pila había ocasionado en el esófago de la niña
En Apodaca, Nuevo León, una niña se tragó una batería de reloj la cual perforó su esófago, incidente que la tiene en estado de salud grave.
Todo inició la noche del pasado 11 de septiembre, aunque en ese momento los padres de la menor, llamada Mia, creyeron que la bebé había ingerido una moneda.
Por ello, durante el proceso médico se tomó con cautela para no lastimar a la menor sin saber que la pila le estaba dañando los órganos internos, relató Briseida Puente, la madre de la pequeña.
“Escuchamos que traía algo en la boca e intentamos quitárselo, pero nos dimos cuenta que se lo había tragado porque se empezó a ahogar”, comentó la madre.
En un primer momento, la niña fue trasladada al hospital privado El Sacramento, en donde se le realizaron radiografías que confirmaron un objeto atorado entre el tórax y el páncreas de la menor.
Ahí, los médicos sugirieron trasladarla al Hospital Materno Infantil para extraerle la supuesta moneda mediante una cirugía.
Sin embargo, lo complejo de la cirugía motivó que se tomara la decisión de transferir en ambulancia a Mia a un tercer hospital, al Universitario.
Casi siete horas después, que se fueron entre estudios y traslados, la menor fue intervenida quirúrgicamente, sin saber lo que la pila estaba ocasionado en el interior de la paciente.
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La operación evidenció que en realidad Mia se había tragado una pila, por lo que le realizaron una endoscopia, la cual reveló que la acidez de la pila había perforado el esofago de la menor.
“Yo pensaba que era una moneda, si hubiera sabido que era una pila hubiera pedido que hicieran lo posible para sacarla”, explicó la desesperada mujer en entrevista para El Universal.
Para evitar que los ácidos de la batería se extendieran hacia el resto de los órganos, los médicos drenaron y desconectaron el esófago de la menor con una cirugía que duró más de 11 horas.
En estos momentos la menor se encuentra delicada y conectada a un respirador artificial en el área de cuidados intensivos del Hospital Materno Infantil.
Incluso el día de ayer, la pequeña iba a ser operada para cambiar la cánula de su tráquea, sin embargo, presentó un cuadro de fiebre, lo que impidió dicha intervención.
“Mi hija es una guerrera, muchos doctores me han dicho que es difícil que un bebé aguante tanto como ella lo ha hecho”, comentó la madre.
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