El funcionario dijo que la cancelación de ese proyecto fue una decisión de carácter técnico
“No se tomó a pie de ninguna manera en consideración, a un hecho probable de corrupción o de mal uso de los recursos”, dijo el secretario
Javier Jiménez Espriú, titular de la Secretaría de Comunicación y Transportes (SCT), aseguró que no se encontró ningún hecho de presunta corrupción en la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM)
“No se tomó a pie de ninguna manera en consideración, a un hecho probable de corrupción o de mal uso de los recursos; se tomó la decisión en función de lo que ustedes advirtieron que pasó y de las decisiones de carácter técnico y de las condiciones de carácter técnico que encontramos”, precisó en comparecencia ante el Senado.
Los legisladores cuestionaron sobre el costo-beneficio de la interrupción de ese proyecto, a lo que el secretario respondió que la cancelación de ese proyecto fue una decisión de carácter técnico por la inviabilidad del “excesivo costo” económico y ambiental de esa obra.
Jiménez Espriú explicó que, hasta el inicio de la presente administración, se estimaba que la construcción de NAIM terminaría hasta el año 2024, con un costo que se elevaría por encima de los 300 mil millones de pesos, sin tener un proyecto de costo final.
“Señores, aquello era un pozo sin fondo, hubiese sido un verdadero desastre, un elefante blanco, en donde hubiéramos hablado de una deuda enorme del país en un aeropuerto que nunca iba a funcionar”, dijo.
Asimismo, destacó que el nuevo sistema aeroportuario, que incluirá a la Base de Santa Lucía, al aeropuerto de Toluca y al de la Ciudad de México, será suficiente para cubrir la demanda de 70 millones de usuarios al año, informó Excélsior.
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