Cuetzalan, en Puebla, fue considerado como “el primer pueblo que venció a Walmart”
Los inversionistas planeaban construir una sucursal de la cadena Walmart, hoteles internacionales y, de manera velada, mineras canadienses a cielo abierto, hidroeléctricas, ‘fracking’ y una subestación con tendido eléctrico
Desde hace aproximadamente dos décadas, algunos empresarios han querido introducir grandes proyectos en el municipio de Cuetzalan, en Puebla. Una zona con grutas, cascadas y una pirámide que se conserva casi intacta gracias a la población originaria totonaca y macehual, conocidos como nahua en todo México.
Los inversionistas planeaban construir una sucursal de la cadena Walmart, hoteles internacionales y, de manera velada, mineras canadienses a cielo abierto, hidroeléctricas, ‘fracking’ y una subestación con tendido eléctrico a un costado de la cabecera del lugar.
Ante ello, los habitantes de la zona se mostraron en contra de dichos proyectos, sin embargo, ésto siguen latentes.
Por esto, fue considerado como “el primer pueblo que venció a Walmart”, ya que gracias a diferentes reuniones entre los pobladores y el cabildo, lograron prohibir la instalación de una tienda departamental en la calle principal de la cabecera, lo cual sentó un precedente importante, ya que en México, dicha empresa estadounidense ha estado envuelta en diferentes casos de corrupción, acusada de sobornar a funcionarios para instalar sus tiendas.
Para Paulina Garrido Bonilla, quien preside la Unión de Cooperativas Tosepan Titataniske —”Unidos venceremos” en náhuatl—, la transnacional ya contaba con convenios con el Ayuntamiento de Cuetzalan desde 2009, mismos que incluso publicó en el Diario Oficial de la Federación, el órgano oficial de noticias de México.
“A través de nuestras asambleas, protestamos en contra de la instalación de esta tienda trasnacional y con firmas, las comunidades no aceptaron la instalación”, informó la activista.
Estas asambleas representan una base de la organización de las comunidades originarias del país, mismas que en 2008 lograron crear un acuerdo de protección de su territorio, el llamado Comité de Ordenamiento Territorial (Cotic), el cual es el encargado de la conservación del hábitat y la belleza del municipio, que sirvió para prevenir la posible instalación de un proyecto de desarrollo turístico promovido desde el Gobierno estatal.
Leonardo Durán, consejero de la Tosepan, indicó que “los primeros que se organizaron fueron las empresas de turismo familiar, pues les sería difícil competir contra un Hyatt”, aunque “realmente la lucha no fue por precios, sino por preguntarse ‘¿Cómo hacemos una actividad que respeta lo que tenemos: ir a la cascada sin que se privatice ni que la fiesta del pueblo sea la fiesta para el turista?'”.
Para finalizar, los activistas recordaron que el Cotic se “estrenó” contra Walmart y el presidente municipal, quien finalmente se vio obligado a negar el permiso.
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