La mujer tuvo que ser intervenida a los seis meses de gestación, pero supuestamente su hija murió
La bebé fue enviada a la cámara de refrigeración de la morgue, hasta que su madre la fue a ver y descubrió que estaba viva
Analía Boutet, una mujer que a la edad de 30 años, tuvo un embarazo complicado, ya que cuando tenía seis meses le dijeron que sería intervenida de emergencia para poder salvar al bebé.
Sin embargo, dos horas después del nacimiento de su hija, la enfermera entró a su habitación con las manos vacías, diciéndole que su bebé había muerto.
La mujer, de ahora 37 años, recuerda que desde el principio el personal médico hizo las cosas mal, pues en una de las exploraciones que le practicaron, ella sintió que le rompieron la bolsa del líquido amniótico.
Luego de ser diagnosticada con una complicación del embarazo llamada “placenta previa oclusiva total”, la bebé nació la mañana del 3 de abril, pero dos horas más tarde le dijeron que estaba muerta.
Analía entró en shock y aunque su marido y su familia ya sabían la noticia, nadie había visto el cuerpo de la pequeña ni tampoco constatado su muerte.
Ese mismo día por la noche, la mujer quiso ir a la morgue a despedirse de su hija, así que su marido, su hermano y su cuñada la acompañaron.
“Sacaron el cajoncito de una cámara de refrigeración y lo pusieron sobre la mesada. Nadie quería ver, me pedían que no la viera para que no me quedara con esa imagen, pero yo quería despedirme”, explicó.
La bebé tenía su cuerpo morado y se le había formado una especie de escarcha, cuando Analía la miró tenía los ojos brillantes y soltó una especie de llanto. De la impresión la soltó y dio un paso hacia atrás, pero segundos después nuevamente se acercó y pudo ver que la niña se movía.
De inmediato, su hermano la tomó en brazos y la llevaron al área médica para que fuera fuera intervenida y le colocaron un respirador artificial.
Por si fuera poco, el personal médico que primero le entregó una carta de defunción a Analía luego le quiso dar un acta de nacimiento con datos falsos, un hecho que generó mayor polémica, pues ella se negó a recibirla.
Conforme pasaban los días y la menor seguí hospitalizada, una tía de la mujer compartió la historia con los medios y de pronto toda la prensa argentina rodeó el hospital queriendo obtener más información sobre lo ocurrido con la pequeña Luz, informó el sitio Infobae.
Luego de sufrir dos paros cardíacos, la bebé fue trasladada al Hospital Italiano, en Buenos Aires, donde recibiría cuidados paliativos, debido a que solo le funcionaba el 10 por ciento de su cerebro y para evitar lo que se conoce como “ensañamiento terapéutico” dejarían de alimentarla.
Sin embargo, la niña progresó y fue dada de alta, tenía que estar sujeta a su respirador artificial y ser alimentada bajo sondas.
Una vez en casa, el esposo de Analía la abandonó con sus cuatro hijos y la pequeña Luz, así que su situación empeoró. Por fortuna el gobierno local la apoyaba con 2 mil pesos por mes pero después de un tiempo, le retiraron la ayuda.
Desesperada por ayudar a su hija, la mujer juntó 60 mil dólares para poder someter a Luz a un tratamiento con células madre en China, sin embargo cuando estaba lista para emprender el viaje en compañía de sus hijos y de su nueva pareja, el estado de salud de la bebé empeoró y tuvo que ser hospitalizada de emergencia en Rosario, donde murió en junio de 2013.
Después de la muerte de la pequeña, Analía y su exmarido presentaron una demanda civil por daños y perjuicios y daño moral por mala praxis “contra el Estado provincial del Chaco y las dos médicas que intervinieron” por un total de 15, 2 millones de pesos.
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