Rachel Burns perdió su empleo por compartir una fotografía de uno de los residentes que cuidaba en un centro para ancianos y adultos
Burns fue despedida injustificadamente y quedó en banca rota tras el largo juicio que enfrentó
Rachel Burns trabajó durante 21 años en un centro de cuidado para ancianos y adultos vulnerables en Reigate, Surrey, al sur de Londres, sin embargo un día su vida cambió por completo cuando publicó en su perfil de Facebook una fotografía de un cantante que acudió a su trabajo.
Todos los viernes organizaban una noche musical en el Park Hall. Los residentes se vestían elegantes y tenían una cena diferente cada semana.
Rachel participaba cantando en las noches de música, un día decidió compartir en su perfil de Facebok algunos de los momentos que vivió en su trabajo. “Publiqué la foto pensando simplemente que sería vista por unas pocas personas en Facebook, principalmente el personal de servicio”, señaló para la BBC.
Dos meses después de publicar las fotos, Rachel recibió un mensaje en el que le decían que debía asistir a la oficina central de la empresa, porque tenían algo importante que comunicarle.
Los encargados del centro le explicaron que cometió varios errores al publicar esas fotografías en su perfil; el primero de ellos fue haber compartido la foto en Internet, el segundo identificar a un residente de Park Hall en la imagen, específicamente a un hombre con síndrome de Down que, deseoso de ser fotografiado, se puso al lado de ella; y subir el video musical del momento.
Debido a estos errores, Rachel fue suspendida de su empleo por violar las reglas del Consejo del Condado de Surrey. Rachel intentó apelar la decisión, pero le fue negada, a cambio, le ofrecieron la oportunidad de aceptar un descenso con una reducción salarial o el despido total.
Como consecuencia del despido, Rachel fue diagnosticada con una cuadro de estrés y ansiedad. Recibió una llamada telefónica exigiendo que tomara una decisión de inmediato.
“Les dije: ‘Estoy de baja por enfermedad relacionada con el trabajo, mi médico no siente que pueda tomar una decisión que cambie mi vida en este momento'”, pero los dueños de Park Hall le pidieron una decisión o sería despedida.
El hermano de Claire Pooley y la familia del joven que aparece en la foto de Rachel no consideraron que la joven hubiera cometido un error al compartir la foto, incluso consideraron injusto su despido.
En otoño de 2016, Rachel decidió acudir ante un tribunal laboral del Consejo del Condado de Surrey por despido injustificado.
“En Park Hall había cuidado con amor, sin descuidos del deber. Eso es lo que Rachel estaba dando. La idea de que Rachel estuviera siendo despedida me hizo llorar”, declaró Waldford.
La vida de Rachel seguía presentando contratiempos, su esposo tuvo un tumor cerebral durante cuatro años y ahora camina con bastón. La pareja acumuló una serie de deudas que esperaban se resolvieran tras la resolución del tribunal.
Luego de seis meses de juicio, Rachel Burns recibió una propuesta de acuerdo por el equivalente a 9 mil 800 dólares.
Para junio de 2017, la pareja estaba en punto de quiebre. No tenían dinero en el banco y sin ahorros. Rachel sentía miedo de perderlo todo.
El tribunal retomó el caso de Rachel, ella presentó testigos y pruebas, y casi 20 meses desde que fuera suspendida por primera vez de su trabajo, ella ganó el juicio. El tribunal falló que su despido fue injustificado.
El 13 de noviembre el tribunal la citó a una audiencias para determinar la suma con la que será compensada por el tiempo que no laboró.
Ahora Rachel espera que con la suma de dinero que reciba pueda pagar sus deudas y encuentre un nuevo empleo, ya que su viejo trabajo no existe más, porque Park Hall cerró el pasado 30 de junio como parte de los planes del Consejo del Condado de Surrey de cesar las operaciones de los seis hogares de cuidados que le pertenecen y los residentes fueron reubicados.
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