La mujer argumentó que compró el boleto, pero en realidad se lo encontró
La parte acusadora pedía tres años de cárcel para la mujer, sin embargo el juez no halló pruebas suficientes para dictaminar que había robado el boleto
En Lugo, España, una mujer tendrá que devolver los 320.580 euros netos de un boleto de la Lotería de Navidad de 2014 premiado con el Gordo que cobró en una sucursal bancaria.
Esto debido a que el boleto que cobró no era suyo, sino que se lo había encontrado. El boleto pertenecía a otra vecina del barrio, quien marcó el boleto a nombre de “Inés”.
Un juez determinó que la mujer debe devolver el dinero, sentencia que dictó basándose en informes caligráficos para concluir que el boleto había sido comprado por otra persona y que la acusada, tras encontrarlo, trató de borrar el nombre de “Inés” con el que su dueña lo había marcado.
El julio se llevó a cabo la semana pasada, donde la acusada, R. R. F., se libró de la pena de hurto, evitando ir a prisión.
La parte acusadora pedía tres años de cárcel para la mujer, sin embargo el juez no halló pruebas suficientes para dictaminar que había robado el boleto, por lo que la fiscalía limitó la petición a cuatro meses y medio de multa.
La sentencia solo considera a la acusada autora de un delito de apropiación indebida, por lo que le impone el pago de una sanción.
De acuerdo con la acusada, fue ella quien compró el boleto con el número 13.437 en una administración de lotería porque le gustan los que acaban o empiezan con 13.
“Lo compré ocho o diez días antes del sorteo porque empezaba por 13 y siempre busco ese número. Ya había comprado otros dos boletos, uno de ellos con la misma terminación, pero vi ese número apoyado en el mostrador y lo compré también”, declaró.
No obstante quedó probado en la sentencia que la legítima dueña había comprado siete números correlativos del mismo número en la administración El Lor, en las galerías de la Praza de Santo Domingo de Lugo. Su intención era repartirlos entre familiares y amigos, por eso escribió a lápiz por detrás del boleto los nombres de los destinatarios a los que iba a obsequiar con un décimo. El que desapareció días antes de celebrarse el sorteo llevaba escrito el nombre de “Inés”, una de sus amigas.
El boleto extraviado fue el que la acusada presentó en una sucursal bancaria de Lugo nada más tener noticia de que había sido premiado con 400.100 euros del Gordo de Navidad.
La mujer retiró de la ventanilla del banco 320.580 euros tras el descuento de los correspondientes impuestos.
El resultado de los informes caligráficos realizados en el boleto se convirtió en la principal prueba documental contra ella pese a que intentó borrar todas las huellas.
Los expertos lograron reconstruir los trazos de la escritura que quedó impresa en el papel y probaron que se correspondían con la escritura de los otros nombres que aparecían en el resto de los boletos comprados.
Fuente: El País
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