Guadalupe tenía 21 años viviendo en EU cuando fue detenida y enviada a México
“Luchen por los sueños de sus hijos, que le echen ganas y que aún cuando vengan para acá, la vida no se acaba. Lo que tenemos es vida, que es lo importante”, dijo la mujer deportada
Guadalupe García de Rayos, una mujer mexicana que fue deportada de Estados Unidos la semana pasada, se ha convertido en el vivo ejemplo del endurecimiento de las políticas migratorias implementadas por el presiente Donald Trump, por lo que recomendó a los inmigrantes ilegales que viven en EU “luchar por los sueños de sus hijos”.
Después de volver a su ciudad natal, en Acámbaro, en el estado de Guanajuato, García les dijo a los inmigrantes que la vida no se acaba aunque regresen a México.
“Luchen por los sueños de sus hijos, que le echen ganas y que aún cuando vengan para acá, la vida no se acaba. Lo que tenemos es vida, que es lo importante. Dios quiere algo mejor para nosotros”, dijo ante la prensa.
Fue el pasado 8 de febrero cuando la mujer fue detenida al acudir al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) en Phoenix, en el estado de Arizona al intentar buscar más tiempo para que se resolviera su situación migratoria en Estados Unidos, en donde tenía viviendo 21 años.
Su situación se complicó desde 2008, cuando en una de las redadas migratorias del entonces alguacil del condado de Maricopa, Joe Arpaio, se le acusó de usar un número de seguridad social que pertenecía a otra persona para trabajar.
“Quiero descansar un par de semanas, para ver a mi familia, todavía no alcanzo a mirar a todos”, comentó García. “Tengo muchos sobrinitos, a ellos les estoy dando todo el amor que no les estoy dando a mis hijos”.
Sobre su situación, informó que existe un gran número de personas e instituciones que quieren ayudarla, sin embargo, mientras decide quién la puede ayudar, pasará unos días descansando en su ciudad natal.
“He tenido mucho apoyo, pero todavía no he agarrado el apoyo de México porque he estado muy estresada estos días”, señaló.
Además, dijo sentirse tranquila al saber que sus hijos la van a poder visitar en las próximas vacaciones, aunque después se tengan que regresar a continuar con sus estudios.
Por su parte, Secretaría de Relaciones Exteriores de México calificó el caso de Guadalupe como “un símbolo de las nuevas prioridades migratorias de la Administración del presidente Donald Trump”.
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