La mujer se dedico 34 años a las labores de casa y renunció a sus aspiraciones profesionales
Las autoridades españolas fijaron una pensión compensatoria a su favor de 150 euros mensuales
La Audiencia Provincial de Jaén determinó que un hombre deberá pagar de forma vitalicia la pensión a su exesposa, debido a que ella por dedicarse toda su vida a las labores del hogar, renunció a sus aspiraciones profesionales.
De acuerdo con El País, la pensión que en primera instancia estaba concedida por 10 años, las autoridades españolas decidieron alargarla de por vida, debido a que a la mujer de 59 años, que carece de formación y experiencia laboral, le será más difícil encontrar empleo.
La pareja se casó en 1984 y después de 34 años juntos decidieron separarse. Durante el tiempo que duró el matrimonio, ella asumió el cuidado de sus tres hijos, mientras él trabajaba fuera del hogar.
Tras el divorcio, el juzgado de primera instancia otorgó el uso de la vivienda y el ajuar doméstico a la exesposa y fijó una pensión compensatoria a su favor de 150 euros mensuales, que debería percibir durante 10 años. Sin embargo, ambos apelaron la decisión.
Por una parte, el hombre pidió que el subsidio fuera suprimido o rebajado a dos años de duración, al considerar que su exmujer aún podía acceder al mercado laboral.
En tanto, ella explicó que por su edad difícilmente podría encontrar un empleo que le permitiera subsistir. Asimismo, agregó que dos de los hijos seguían viviendo con ella, a pesar de ser mayores de edad. Por ello, reclamó que la ayuda fuera de carácter vitalicio y un poco superior, de 175 euros mensuales.
Tras examinar los argumentos de ambas partes, las audiencia provincial estableció que la pensión sea de por vida, debido a que por su edad le resultará difícil encontrar un empleo. Además que por dedicarse a las labores del hogar y el cuidado de sus hijos, renunció a toda experiencia laboral.
No obstante, los jueces descartaron la intención de la mujer de elevar el subsidio a 175 euros mensuales, al considerar que los 150 son una cantidad “ajustada” teniendo en cuenta que los ingresos del exmarido tan solo ascienden a 900 euros mensuales.
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