Zhu Najuan, una mujer de 59 años de edad, tenía una deuda de 3.7 millones de dólares
Robó tarjetas de crédito bancarias para poder pagar sus cirugías
En China, Zhu Najuan, una mujer de 59 años de edad, se sometió a una cirugía plástica para cambiar su rostro y así evitar pagar una deuda que tiene de 3.7 millones de dólares.
De acuerdo con información de la agencia estatal china Xinhua, la mujer fue arrestada en la ciudad de Shenzhen pero lucía completamente diferente, tenía el rostro de una mujer de treinta años de edad.
La acusada confesó que para poder pagar todas sus cirugías plásticas robó tarjetas bancarias.
Zhu será juzgada por los delitos de fraude, robo de identidad, además de que deberá pagar una deuda más grande que la infracción original.
Esta historia, por absurda que parezca, ya es una práctica común entre los habitantes chinos después de que el país abriera la puerta a préstamos personales en 2014.
El año pasado, un hombre de 33 años de edad de Wenzhou vendió a su hijo de dos años de edad en 6 mil 500 dólares, por que no tenía dinero para pagar una deuda de casi 450 mil dólares.
El menor vivió durante una semana con su comprador, hasta que su padre fue detenido por la policía local.
En el Occidente los préstamos bancarios incrementaron desde que China creó un enorme mercado para préstamos rápidos y fáciles en el 2014. Esto se ha convertido rápidamente en un problema para los consumidores chinos, la mayoría de los cuales nunca ha utilizado una tarjeta de crédito.
Hasta hace poco China no tenía su propio equivalente a las calificaciones crediticias, por lo que el gobierno está desarrollando una especie de sistema de “crédito social”. Esta puntuación omnipotente está diseñada no solo para medir la fiabilidad de un individuo en asuntos financieros, sino también su fiabilidad general. Y mientras el gobierno trabaja en sus propias versiones, las grandes compañías como el grupo Alibaba están probando ocho programas piloto por todo el país.
El solicitar en exceso préstamos puede llevar a los ciudadanos a una crisis financiera que los lleve a cometer actos irracionales, como es el caso de la mujer que se operó para evitar ser juzgada por la policía.
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