Las mujeres que hacían los tratamientos estéticos eran exprisioneras sin capacitación médica
Tuvo que ser intervenida quirúrgicamente para poder salvarle los labios
Rachael Knappie, una joven de 29 años de edad, asistió a una “fiesta de botox” y convencida por una amiga aceptó inyectarse los labios. Sin embargo, el procedimiento tuvo efectos negativos y tuvo que ir de emergencia al hospital por riesgo de perder el labio.
“Las fiestas del botox” son reuniones a las que acuden personas a procedimientos de belleza. Durante el último año en Reino Unido este tipo de eventos y el procedimiento de aplicación de Botox aumentó a más de un millón, incrementando su cifra cada día.
“Mi amiga me había contado lo de esta esteticista y lo genial que era, así que decidí seguir adelante” reveló Rachael en entrevista para The Sun. Sin dudar de su amiga y con unas copas de vino, aceptó. Lo que no sabía la joven era que las mujeres que hacían el tratamiento eran exprisioneras sin capacitación médica.
Rachael no tenía intención de hacerse nada en el rosto, planeaba ponerse Botox en la frente y borrar sus arrugas, pero en el momento que hablaron de los labios decidió muy rápido. El motivo fue que “ella notó la protuberancia en mi labio cuando estaba poniendo Botox y dijo que podría inyectarme un poco de relleno si quería que lo hiciera”, relató.
Anteriormente, Rachael había visitado a una enfermera de estética local, altamente calificada, para poder rellenar con Botox una parte de su labio que cuando era adolescente se golpeó con una puerta.
Tras recibir la inyección en los labios, Rachael recuerda que en pocas horas se sintió mal, sentía una presión en la cara y los labios se le hincharon.
Rachael, preocupada por lo sucedido, acudió a la supuesta esteticista quien argumentó que la hinchazón había sido provocada por una alergia. Al ver que nada de lo que le decía le ayudaba, acudió a una clínica especialista.
Los especialistas le mencionaron a Rachael que tenía que ir de emergencia a Londres para ser intervenida quirúrgicamente, donde para poder salvarle el labio utilizaron varias dosis de agente de disolución inyectado, informó el sitio Infobae.
Al respecto, Nikki Milovanovic, portavoz de la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos Estéticos (BAAPS) y mencionó que el Botox “solo puede ser inyectado por un médico prescriptor o bajo la supervisión de un médico, siendo que es un medicamento recetado, pero los rellenos no están regulados”.
Después de tres meses de tratamiento, los labios de Rachael se desinflamaron y casi han vuelto a la normalidad.
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