Rafael Moreno Valle tiene fama de calzonudo y egocéntrico; de haberse construido una candidatura con dinero de Elba Esther Gordillo y luego de pagarse una campaña personal con dinero de los mexicanos, es decir, con el de los contribuyentes poblanos. Ha destruido patrimonio histórico para aterrizar sus proyectos, a pesar de las protestas; ha bautizado edificios públicos con su nombre y con el de sus familiares, a pesar de las protestas. Y ha sacado las macanas cada vez que le protestan.
Le han llamado “dictador”, “el pequeño Pinochet”, “Führer”. Y que yo recuerde, nunca lo habían calificado de asesino. Hasta hoy.
El fin de semana pasado, José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo murió víctima de las balas de goma que, dicen los pobladores, dispararon los policías en contra de los habitantes de San Bernardino Chalchihuapan.
¿Por qué se manifestaban los habitantes de San Bernardino Chalchihuapan? Porque querían que no les quitaran una oficina de Registro Civil del estado. ¡Una oficina! ¡Pedían servicios públicos! Moreno Valle y su súper policía Facundo Rosas, un hombre ya ligado a montajes (con Genaro García Luna) y excesos (con varios muertos), respondieron con policías armados.
El 9 de julio, José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo iba saliendo de la secundaria Ricardo Flores Magón rumbo a su casa. Para logran su objetivo, tuvo que cruzar por donde estaban los manifestantes. Moreno Valle quizás no lo sepa porque ha ido al pueblo sólo en campaña, pero la escuela y la casa de José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo es dividida por una carretera, que es en donde protestaban los pobladores. Cerca del puente peatonal, cayó herido. Quizás no fuera una bala de goma; quizás fue algo peor: una lata metálica de gas lacrimógeno, que sí se usaron como se usaron toletes y escudos para golpear ciudadanos. El caso es que cayó herido. Poco después tenía muerte cerebral y el sábado por la noche se le declaró sin vida.
A Moreno Valle se le cocían las habas por usar balas. La ley que él impulsó, de hecho, le autorizaba armas de fuego, ni siquiera las de goma: “Se considera legítima defensa, en el caso del uso de armas de fuego o de fuerza letal, cuando exista agresión real, actual o inminente que ponga en peligro la vida o a la integridad física; que implique lesión grave, además de racionalidad y proporcionalidad en los medios empleados, para la defensa de la vida y la integridad física”, dice el articulado.
Ahora, después de llamarle “dictador”, “el pequeño Pinochet” y “Führer”, lo llaman asesino.
Para Moreno Valle, la culpa no es de las balas o de las policías. No es su culpa responder a macanazos a quienes piden servicios. La culpa la tienen los civiles por manifestarse. La culpa (y aquí lo cito literal) es de “personas que están infringiendo la ley, lleven a menores como escudos a una acción ilegal. Me parece que es algo muy delicado, es responsabilidad de quienes actúan de esa forma”.
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El gobierno de Moreno Valle intentó inculpar a los pobladores por la muerte del niño. Elia Tamayo, madre del menor, así como la Diputada Roxana Luna, le contaron a la periodista de SinEmbargo Laura Cordero que recibió presiones de “un tal Cornejo” para que la pobre mujer dijera que un cohetón que dispararon los pobladores de Chalchiuapan hirió a su hijo. El tal Cornejo es el Subsecretario de Asuntos Políticos y Protección Civil del gobierno estatal.
El gobierno de Moreno Valle le ocultó a la madre que el niño tenía muerte cerebral. Se dio cuenta cuando la prensa lo publicó.
La madre recibió presiones para que desconectaran al menor de los aparatos que lo tenían con vida. Como si muerto el niño, la gente olvidaría que fue víctima de perros con rabia. (Y aquí abro paréntesis que me pone los cabellos de punta: ¿no lo habrán desconectado? La gente con la que he hablado piensa que sí).
El gobierno de Moreno Valle mandó a la morgue el cuerpo y hasta donde me quedé, anoche, no permitió que se le hiciera una autopsia.
El gobierno de Moreno Valle niega el uso de balas de goma. (Facundo Rosas Rosas, titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla, leyó: “En conclusión, se confirma que la policía del estado de Puebla no cuenta con balas de goma, y por lo tanto, en lo que va de esta administración, nunca se han utilizado balas de goma en un operativo”. Y no aceptó preguntas. Tamaño de cretino, carajo).
Y no dudo que el gobierno de Moreno Valle bañe de dinero público a periodistas y medios para que se hable lo menos posible del caso.
Que entierren al mocoso, pensará, y ya. A otra cosa mariposa.
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También a la reportera Laura Cordero, el dirigente del Partido Acción Nacional (al que pertenece Moreno Valle) en el Distrito Federal le confirmó lo que antes era una filtración: que el CEN del PAN cree que hay una campaña de desprestigio contra sus gobernantes (“hay un ánimo de linchamiento a los gobiernos panistas. Me queda claro. El actuar de un funcionario lo ponen como la etiqueta de una administración cuando hay muchas cosas más valiosas de las administraciones panistas”). ¿Les cai? ¿Una campaña contra Moreno Valle, en serio? Carajo: no paguen tanto dinero (también público) en sondeos y estudios; casi cualquier inútil como yo les puede explicar por qué el PAN está en tercer lugar en las preferencias del electorado, y cayendo.
Yo creo que Gustavo Madero debe sugerirle a Rafael Moreno Valle que pida licencia para permitir una investigación independiente y plural sobre los hechos que llevaron a la muerte de José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo. Yo creo que el PAN debe dejarse de tonterías, culpar a los demás por su propia gente y sugerirle a Rafael Moreno Valle que pida licencia para permitir una investigación independiente y plural.
Yo creo que el PRD, que también ayudó a llevar a Moreno Valle a la gubernatura, debe exigirle la petición de licencia.
Rafael Moreno Valle debe pedir licencia, creo yo, para permitir esa investigación independiente y plural. Y si se le encuentra inocente, que regrese a su cargo; y si no, que lo lleven ante un tribunal, fuera de Puebla, en donde sea juzgado y condenado.
Él creó las condiciones para que se dieran los hechos: impulsó la Ley Bala y puso a un jefe policiaco agresivo; ordenó darle con todo a los pobladores que pedían que no les retiraran la oficina de Registro Civil y luego, ya lo dirán las investigaciones, intentó borrar evidencia. Debe ser juzgado y para eso, debe pedir licencia.
Si no se le juzga ahora, ya no se le juzgará en el futuro. Allí está Ulises Ruiz como ejemplo.
Si no se juzga ahora a Rafael Moreno Valle, los intereses que lo mueven lo pueden proteger hasta convertirlo, ¿por qué no?, en candidato a la Presidencia. Allí está Enrique Peña Nieto como ejemplo; allí está Atenco, también, donde la justicia jamás llegó.
*Esta columna refleja sólo el punto de vista de su autor
Por: Alejandro Páez Varela
@paezvarela
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