Los hechos fueron denunciados en 2017, cuando la víctima contaba con 26 años de edad
Un suboficial de la Fuerza Aérea Argentina fue detenido y encarcelado luego de que se le señalara de abusar sexualmente de su hijastra, desde que ésta tenia nueve años y hasta que cumplió 21.
“Yo no soy tu papá, soy tu amante” era una de las frases que utilizaba el sujeto durante las agresiones a la joven, quien hace unos años se enteró que el militar no era su padre biológico como creía.
Actualmente el hombre se encuentra preso, lo que llegó después de una extensa acusación, en la que se detalló que abusaba sexualmente de la joven tanto al interior de la finca de las Fuerzas Armadas, en donde tenía un dormitorio, como en su auto y en su casa.
Los hechos fueron denunciados en 2017, cuando la víctima contaba con 26 años de edad. Sin embargo, tres años antes la joven se enteró por una de sus hermanas que su agresor no era su padre biológico.
“Ella actualmente sufre de fobias, está bloqueada y hasta tiene problemas para expresarse”, comentó Jovita Vivar, abogada de la víctima, y agregó que “en 28 años de carrera he visto cosas horribles, pero ninguna así”.
Al militar se le acusa de “abuso sexual gravemente ultrajante, en concurso real con acceso carnal reiterado y agravado por el vínculo y convivencia preexistente”, por lo que se le podría imponer una pena de hasta 20 años.
Vivar detalló que también existen otros agravantes. “Su condición de militar y las secuelas que dejó en la víctima, lo pueden llevar a una perpetua”, ya que además de las violaciones, la joven fue maltratada y estaba amenazada.
“Si contás algo primero te mato a vos y después me mato yo”, serían con lo que amagaba el ahora imputado a la joven, quien ahora presenta graves desordenes como angustia e impotencia.
“Además estaba totalmente indefensa ya que, tanto la mamá como sus hermanos no sabían lo que estaba pasando (…). Vivió un verdadero calvario durante varios años. No solo perdió la infancia sino también sus ganas de vivir”, dijo la abogada.
Las agresiones contra la joven habrían iniciado en la casa de la Fuerza Aérea que la familia ocupaba, y continuaron en un barrio de Rio Gallegos al que después se mudaron.
“Lo más llamativo es que está acreditado que muchos de los ataques que padeció, fueron en el predio de la fuerza donde el sujeto se desempeñaba en el área de recursos humanos cuando llevaba a la niña a sus guardias”, añadió Vivar, quien comentó que la institución se mantienen en silencio.
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