Hay otra cosa en la que ya no hay diferencia entre los partidos políticos: Algunos de sus representantes más ilustres no tienen recato alguno y ya andan en precampaña. Se acercan los tiempos electorales, esos que según eso, con la reforma electoral anterior habían quedado claros y recortados para que no se distrajeran los políticos chapulines amantes de andar persiguiendo el hueso, pero en los hechos nada ni nadie los ha frenado. Así que hay los tenemos aprovechando los huecos legales para promocionarse impunemente con miras el próximo junio (ahora las elecciones serán un mes antes).
Y así, tenemos por ejemplo en el PRI, a un diputado, Miguel Castro Reynoso, que suspirando por la alcaldía de Guadalajara y viendo que según todas las encuestas la trae en chino se sale a repartir aguas durante los partidos de la Gloriosa Selección Nacional en la Plaza Liberación, según él para estar cerca de la gente, y como forma de contacto como diputado y como dirigente municipal del PRI tapatío. Pamplinas. Quiere salir en la foto y que la gente le empiece a ver como el bato buenaondita que nunca habíamos visto, pero que como nos dio un agua votamos por él.
Por su parte, el panista Gildardo Guerrero hace lo propio presumiendo que logró aprobar una legislación en contra del maltrato animal, como si fuera por él y sólo por él que se aprobó la ley que castigará a quienes traten mal a esos seres de luz que son los animales. Al diputado del PAN, ex coordinador de la bancanda, no le bastó con pintar muros con su nombre para que todo el mundo dijera Guau!, sino que además se fusiló el logo de una de las AC que sí hacen chamba de protección animal. Según él, igualito que el otro, pa atender a la ciudadanía, pero nada, ya lo dijo bien clarito, renunció a la coordinación porque quiere otro puesto y es tiempo de lucirse, faltaba más.
MC, que siguiendo el ejemplo de Fox, comenzó con el relajo en Jalisco, sigue fiel a su tradición. A Enrique Alfaro, amparado por una AC con otro nombre, no les basta hacer funciones de cine y otros eventos para socializar su proyecto, sino que además, ahora hasta se mete, al estilo Emilio a echar mezcla, tierra, plantar arbolitos o lo que sea necesario para salir en la foto como el hombre buenazo que sí nos resuelve los problemas de la comunidad, no como el gobierno chafa que tenemos –o eso dice la gente o eso dice a la gente-.
En los tres casos, los fulanos que quieren nuestro voto se cuidan de no pedirlo abiertamente y con ese detallito libran el escollo que les impone la ley y que hace que el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado se pueda seguir sacando los mocos a gusto, como les encanta. Para ellos, no es pre campaña, si estos u otros fulanos hacen actos de autopromoción impune si no nos dicen claramente “Vota por mi”. Así que ahí los tenemos, como plaga, ante una autoridad sin blanquillos que prefiere interpretar la ley de forma literal y seguir haciéndose maje y permitiendo que se violen flagrantemente los principios de la ley modificada –que sigue aplicando en Jalisco hasta que la nueva no se apruebe-. Son tan, pero tan malitos los actuales consejeros, y son tan compas de los partidos que no sacan tarjeta amarilla ni en defensa propia, salieron tan maletas que uno termina extrañando a David Gómez Álvarez. Chido
*Esta columna refleja sólo el punto de vista de su autor
POR: Ricardo Salazar
@salazargdl
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