Décadas pasaron en nuestro país para que la democracia fuera parte de la vida política; luchas, manifestaciones, reclamos y muchos otros actos fueron la punta de lanza que llevaron a que el concepto de democracia y sus beneficios estuvieran presentes en nuestra nación como un símbolo de avance y progreso. Hoy 15 años después de ver caer a la poderosa partidocracia, conocida como PRI, o la “dictadura perfecta”, como la llamó el laureado ganador del premio nobel de literatura y aclamado escritor peruano Mario Vargas Llosa, tenemos una tambaleante democracia y un circo alrededor de cada elección, ya sea local, estatal o nacional.
Qué ofrece la democracia hoy además de los mismos políticos corruptos o “chapulines” que van de partido en partido cambiando de ideología, si es que alguna vez la tuvieron. Partidos políticos que se denominan de izquierda o de derecha pero que al verse menoscabados en las preferencias de los electores, encuentran la fórmula perfecta para seguir en pie de lucha, aliándose con otros partidos que distan, o al menos eso suponen, de los estatutos de cada partido.
Alianzas entre partidos con tal de acoplarse para lograr su objetivo personal y partidario usando a la ciudadanía, utilizando la demagogia como carta de presentación, el populismo como herramienta y una torta o una despensa como pago por tan grandioso apoyo.
Eso es nuestra democracia, un circo en el que ahora se le ha unido el payaso Lagrimita, y asesorado por su hijo Costel. Han entrado en escena un futbolista, un cantante, y si buscamos podríamos encontrar cualquier cantidad de personajes que han visto en nuestra triste y pobre democracia una plataforma oportunista para mostrarse como ciudadanos que harán el cambio.
Lo peor del caso y la situación más peligrosa es que ante el hartazgo social, por las recurrentes mentiras de los candidatos, la flama de la esperanza crece ante este tipo de “ciudadanos independientes” que ahora se lanzan buscando el éxito político. Frases como las de: “Creo más en un payaso que en los políticos” o “Prefiero votar por el Temo que por un político” son el ejemplo de las vergonzosas opciones a las que ha llegado la democracia en México.
Ahora pregunto: ¿Esto es lo que ofrece la democracia de nuestro país?, ¿Esto es lo que promueve las candidaturas independientes?, ¿Por esto se luchó, para tener democracia y dar la oportunidad de gobernar a quien sea? ¡Ahora cualquier ciudadano puede ser candidato!, esto en mi opinión es el problema, cualquiera puede ver la oportunidad de abrirse las puertas a sus propios intereses, cualquiera puede ser manipulado por un partido para restar votos a otro, cualquiera puede ser político navegando con bandera de ciudadano.
La célebre frase expresada por el aspirante Guillermo Cienfuegos, conocido como Lagrimita es un ejemplo de la calidad de democracia y de los candidatos que se postulan: “No tengo experiencia política, no sé nada de política, hay cosas que me han preguntado y yo la verdad, sinceramente, no sé nada. Pero lo que sí sé es que hay muchas necesidades en Guadalajara (…) Eso es lo que me motiva”.
Esa es toda su aportación y su argumento para buscan una candidatura; la libertad, los derechos y la democracia han llevado a que tengamos este tipo de candidatos; 23 mil firmas separan a este payaso sin gracia de contender por la presidencia municipal de la segunda ciudad más importante del país.
Es un circo, donde el menos peor tiene las mayores posibilidades de llegar a gobernar. De dictadura perfecta, pasamos a democracia imperfecta, y hemos llegado a circo mediático. Ya lo decía el periodista Henry-Louis Mencken: “La democracia es una creencia patética en la sabiduría colectiva de la ignorancia individual”.
Las candidaturas independientes distan mucho de ser una opción viable para tener servidores públicos honestos o comprometidos, y como se están presentado dichas candidaturas, parecen ser más un peligro que un beneficio. ¿Quiénes están detrás de estos candidatos? No lo sabemos y de algunos, podremos imaginarlo.
Una desilusión a lo que se ha llegado con ese sueño llamado democracia, donde la ignorancia impera sobre la razón, donde el populismo es visto como la emancipación del ser.
Ahora no solo tendremos que lidiar con políticos corruptos, holgazanes y que miran sus propios intereses, ahora también habremos de preocuparnos por payasos, futbolistas, actrices, cantantes y de cualquier ciudadano que sin una pisca de conocimiento o de ética pueda llegar a un cargo de elección popular, o plurinominal, y hacer lo que le plazca.
Preparémonos para el espectáculo de mala calidad, donde tendremos tres pistas, con títeres, marionetas y música; donde los cirqueros estarán haciendo un sin número de encantos y dinámicas para que usted le aplauda, mientras unos payasos se pasean por toda la carpa, arriba y abajo, haciendo supuestas gracias, esperando su reconocimiento. Entretanto, detrás de la carpa, los dueños del espectáculo de esta gran farsa se sientan a disfrutar del poder que han recibido y se repartirán el botín de la taquilla, todo por ofrecer el circo de la democracia.
Por: Fernando Ortíz C.
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