Los titulares de la Sedena y de Marina viajaron en aviones ejecutivos
Además, el senador de Morena Napoleón Gómez Urrutia se trasladó a Coahuila en un Bombardier CL601 Challenger
En sus casi tres meses de gobierno, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha elegido vuelos comerciales para realizar sus giras de trabajo, sin embargo, sus colaboradores y secretarios de estado prefieren usar vuelos privados.
Por ejemplo, Luis Cresencio Sandoval y José Rafael Ojeda Durán, titulares Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina, respectivamente, viajaron a una reunión del Gabinete de Seguridad en Nuevo León, que encabezó el mandatario federal, en los aviones ejecutivos Challenger 605 y Gulfstream G150.
El Challenger 605 se compró en 2013 a Corporación Comercial Canadiense por un valor de 27 millones 520 mil 244 dólares. En tanto, el Gulfstream G150 se adquirió en 2015 a Gulfstream Aerospace Corporation por 37 millones 750 mil dólares, ambos con el fin de trasladar a altos mandos.
“Los Secretarios de la Defensa Nacional y Marina volaron en esos aviones, es un tema de seguridad nacional, de logística, no es un tema político, es de seguridad para los altos mandos, se requiere esta operatividad para sus traslados, por todo lo que implica el Estado Mayor de cada dependencia”, argumentó un mando militar a Reforma.
Pero los militares no han sido los únicos en utilizar los aviones ejecutivos, ya que el senador de Morena y dirigente minero Napoleón Gómez Urrutia se trasladó a Piedras Negras, Coahuila en un avión Bombardier CL601 Challenger para acudir a un homenaje de las víctimas de Pasta de Conchos.
La compra del Challenger 605 fue reportada en el Segundo Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, mientras que en 2017, la Sedena solicitó recursos de urgencia para un nuevo avión “para traslado de funcionarios de alto nivel” con un costo de mil 450 millones de pesos.
Aunque la Fuerza Aérea Mexicana no identificó marca o modelo del “activo”, sí dio a conocer que su costo ascendía a 696 millones de pesos, unos 36 millones de dólares, un rango similar al del G-150, sin embargo, el proyecto no se concretó.
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