Como el humor es su oficio dice que cuando los tipos que quisieron secuestrarlo le pusieron una pistola en la sien, vio pasar la película de su vida por la mente y lo único que lamentó es no haber visto nunca campeón al Atlas.
Ya en corto, el rostro compungido y su mirada un tanto extraviada en algún horizonte misterioso, revelan que no ha sido una broma el episodio que casi lo pasa al otro patio antes de tiempo y que es reflejo de la violencia que se vive hoy en nuestro país.
La inseguridad, afirma, está en todo Jalisco y en ningún lugar se puede hacer nada… Pero en México las cosas no son diferentes: “Mi país está de la chingada”, resume.
Fuente: Sin Embargo
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