A pesar de que nuestro país no está en guerra, las muertes hacen parecer que sí
Por encima de países como Iraq y Afganistán, el número de víctimas que ha dejado la guerra contra el narcotráfico aumentó a 23 mil personas en 2016, comparadas con las 17 mil en Iraq y 16 mil en Afganistán
México es la segunda zona de conflicto más mortal en el mundo, sólo por debajo de Siria, de acuerdo con un estudio de guerras a nivel internacional.
Por encima de países como Iraq y Afganistán, el número de víctimas que ha dejado la guerra contra el narcotráfico aumentó a 23 mil personas en 2016, comparadas con las 17 mil en Iraq y 16 mil en Afganistán, según la encuesta anual de conflictos armados del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS por sus siglas en inglés).
La violencia que se viven en nuestro país llega a sorprender más gracias que México vive “un conflicto marcado por la ausencia de artillería, tanques o aviación de combate”, comentó el director general de IISS, John Chipman, en la presentación del estudio en Londres, quien resaltó que prácticamente todas esas muertes fueron causadas por armas pequeñas.
La mayor parte de estas muertes sucedieron en estados que se empezaron a convertir en “campos de batalla clave por el control entre cárteles (de drogas) rivales y cada vez más fragmentados”, señaló, en donde la violencia crece gracias a que las pandillas intentan despejar áreas de rivales para monopolizar las rutas del narcotráfico.
Por su parte, Medio Oriente y Siria aún forman parte de las regiones más peligrosas del mundo.
Resalta que el conflicto sirio tiene seis años de haber comenzado, el cual le ha costado al vida a 50 mil personas, lo cual aumenta el número de muertes durante la guerra en el país a alrededor de 290 mil.
En contraste, el número de personas que murieron en conflictos armados en todo el mundo fue menor que el año pasado, al pasar de 167 mil en 2015 a 157 mil para este 2016.
Chipman y los autores del informe acusan que existen diferentes aspectos para que se den estos episodios violentos.
Uno de ellos radica en que los conflictos son cada vez más urbanos. Otro es que mientras surgen nuevos conflictos, los antiguos no quedan resueltos, por lo que pueden estallar en cualquier momento.
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