En Edomex hay un muro que separa, literalmente a los pobres de los ricos
De un lado hay un río de excrementos y baches, del otro un campo de golf y una pradera verde
La postura de los mexicanos hacia el muro que planea construir Donald Trump en la frontera de Estados Unidos para dividir a ambos países es de total rechazo, pero en el Estado de México ya existe a un muro que separa, literalmente, a los pobres de los ricos.
Al otro lado, hombres vestidos con lujo caminan por la pradera verde y brillante de un campo de golf, al fondo se vislumbra un pequeño lago, dos torres de diseño minimalista y una casa de campo.
Ambos mundos están separados por un muro de tres metros de alto, el cual divide al búnker de la urbanización de lujo Bosque Real Country Club y la barriada popular La Mancha.
Los terrenos de Bosque Real Country Club tienen 600 campos de fútbol y separan a dos ayuntamientos –Huixquilucan y Naucalpan– del cinturón conurbado de la capital, a menos de una hora en coche.
Ambos evidencian el crecimiento urbano en la entidad mexiquense: una mezcla de urbanizaciones de clase media, alguna lujosa zona residencial y una gran cantidad de casas levantadas por los propios habitantes en los cerros.
El Estado de México es el más poblado del la república (15 millones de habitantes) y a su vez uno de los más desiguales.
Huixquilucan (con 225 mil habitantes donde fue alcalde el candidato priísta a la gubernatura Alfredo del Mazo) y Naucalpan (con 800 mil habitantes) se encuentran por debajo de la media de pobreza de la entidad y por arriba de la tasa de desigualdad. Según las cifras oficiales, el 49% de la población en la entidad es pobre.
“Estas comunidades blindadas de hiperricos no son un fenómeno exclusivo del Edomex. Pasa en toda Latinoamérica. Es una manera de descomposición de cualquier idea de urbanidad, en el sentido de vivir juntos”, afirmó el arquitecto y urbanista Miquel Adrià.
“Son ciudades que nacen muchas veces de la ocupación ilegal de terrenos –continúa Adrià acerca del modelo urbanístico de exclusión en el Edomex– mayoritariamente no urbanizables, pero que al pasar los años se produce una urbanización de facto. Las consecuencias son deficiencias graves de servicios básicos: accesibilidad, drenaje, zonas verdes, electricidad, agua”continuó.
A menos de un kilómetro del río de excrementos, del otro lado del muro Bosque Real (de acuerdo con su página web) ofrece a sus vecinos: red de fibra óptica, plantas de tratamiento para suministrar de agua potable, un ducto de 15 kilómetros para garantizar los servicios eléctricos, telefónicos e hidráulicos, 13 kilómetros de carreteras privadas construidas con concreto hidráulico, escuelas, cafeterías, bares, parques, salones de belleza y “la casa club más grande del mundo” (sic).
El País consultó a la empresa responsable de Bosque Real y al ayuntamiento pero se negaron a hacer declaraciones.
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