Un turista canadiense, llamado Jason Enwere, estuvo a punto de ser asesinado durante un asalto en un taxi en Playa del Carmen, Quintana Roo, por lo que él y su familia expresaron que nunca regresarán a México tras esta amarga experiencia.
La historia fue compartida en Facebook por Dorothy Ijeoma Eze, su madre, quien relató que ella y su hijo decidieron viajar por primera vez a México, ya que celebraría su cumpleaños número 50 en el hotel Luxury Bahia Principe Sian Ka’an, ubicado en la Rivera Maya.
Ellos llegaron al país el 19 de febrero pasado y el asalto ocurrió tres días después, cuando Jason tomó un taxi compartido para trasladarse a su hotel.
De acuerdo con su versión, Jason tomó un taxi alrededor de la 1 de la mañana y negoció con el conductor que le cobraría 200 pesos por llevarlo al hotel. En la unidad no solo venía él, había un segundo pasajero que iba sentado en la parte trasera.
Sin embargo, durante el trayecto el taxista se desvió y el hombre que iba atrás le rodeó el cuello con un brazo para ahogarlo y exigirle que les entregara toda sus pertenencias.
“Antes de darme cuenta, el pasajero detrás de mí me puso un brazo alrededor de mi cuello con la intención de asfixiarme. Me pidió que les diera todo lo que tenía. El conductor inmediatamente trató de tomar mi teléfono, así que comencé a patearlo. El sujeto que iba detrás apretó mi cuello y perdí la conciencia”, dice el relato publicado en Facebook.
El turista logró recuperar el conocimiento minutos después, pero las agresiones aumentaron ya que los asaltantes lo golpearon con una piedra, hasta dejarlo inconsciente.
“Recuerdo al conductor pidiéndole a su compañero que agarrara su arma. Su compañero dudó. El automóvil se orilló al lado de la carretera, en ese momento uno de ellos tomó una roca del tamaño de una pelota de voleibol y comenzó a golpear mi cabeza con ella”, dijo Jason, quien tuvo que recibir 13 puntadas en la cabeza debido a las heridas que le dejaron, las cuales fueron exhibidas por su madre junto con el relato que difundió en la red social.
“Me desperté unos segundos más tarde porque sentí mi cuerpo raspando contra el asfalto, porque todavía estaba siendo arrastrado por el auto. Después de unos minutos de lucha y arrastrándome finalmente dejé ir al coche. El taxi aceleró y se fue. Todo lo que tenían era un IPhone y 2 anillos”, dijo Jason, quien en ese instante se desmayó por tercera ocasión.
Momentos después logró incorporarse y caminó con esfuerzo algunos kilómetros, hasta llegar a una estación de policía, donde pidió ayuda.
“Nunca he abrazado y llorado en los brazos de mi madre como lo hice esa noche. De verdad pensé que iba a morir. Por mi codicia, me dejaron en una autopista mexicana con una hemorragia y un corte severo en mi cabeza. Rezo para que este mundo algún día encuentre paz y armonía”, finalizó Jason, quien terminó su relato con el hashtag #Mexiconeveragain (México nunca más), para expresar que jamás regresaría al país.
Esta denuncia tiene lugar tan solo días después de que varios países han emitido alertas a sus ciudadanos para que tomen las precauciones necesarias si visitan Quintana Roo, debido a los recientes hechos violentos que se han registrado en esa entidad.
El más reciente fue una explosión en un ferry en Playa del Carmen, donde alrededor de 20 personas resultaron heridas.
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