De acuerdo con la FAO, esto representa una pérdida de 100 mil millones de pesos al año
Algunos de dueños de verdulerías y fruterías prefieren abaratar precios, venderlos a otros comerciantes o consumirlos ellos mismos antes de que terminen en la basura y no sean aprovechados por nadie
Por Juventino Montelongo
En México, cada año se tiran a la basura más de 10 millones de toneladas de comida, de acuerdo con un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
En su apartado sobre América Latina y el Caribe, la FAO ejemplifica el caso de nuestro país, señalando que con dichas cantidades de comida, se podrían alimentar a siete millones de personas.
Sin embargo, esta situación se vuelve más alarmante si hablamos de América Latina, ya que en todo el continente se desperdicia alimento para satisfacer las necesidades alimenticias de 300 millones de personas.
Son 100 mil millones de pesos los que se pierden en frutas, verduras, granos y carne debido a que los productos son mal producidos, procesados, almacenados y distribuidos, señala la FAO en una infografía.
Uno de los puntos más preocupantes sobre ello es la información de estos desperdicios en los supermercados, que a pesar de manejar enormes cantidades de alimentos, no existe información precisa sobre la cantidad de comida que acaba en la basura.
La ONU asegura que la mayoría de las pérdidas se registran en el proceso de producción y al momento de que los alimentos son exhibidos en los supermercados.
Evitar la pérdida consumiendo local
En diferentes mercados de la Ciudad de México, los comerciantes tienen varias maneras de evitar las pérdidas.
Unos aseguran que para empezar, no compran grandes cantidades de fruta o verdura, sólo lo que ellos calculan que van a vender en el día, tratando siempre de llevarse un poco más de la cuenta.
Para otros, cuando ven que un producto se está deteriorando lo bajan de precio, ya sea a la mitad de lo normal, o incluso menos.
La propietaria de una verdulería en el Mercado 24 de agosto, en la Ciudad en México, dice que cuando no vende algo, se lo lleva a su casa, ya que su familia la acostumbró a no desperdiciar nada de lo que come.
Para César, comerciante de toda su vida, es mejor aprovecharla.
Sus abuelos y padres han trabajado en este mismo mercado, por lo que conoce los demás locales desde que es niño.
Cuenta que cuando ve que una fruta se está echando a perder, primero trata de venderla a precio mínimo a las fondas que están a su alrededor para que hagan agua fresca u ofrecerlas a personas en situación de calle.
Así como César, existen otros lugares sin fines de lucro, como la Asociación de Bancos de Alimentos de México, que se dedica a rescatar comida.
Ellos, en 2013, lograron salvar 56 mil toneladas de alimentos.
A pesar de los esfuerzos locales, la FAO señala que a nivel mundial las cifras siguen siendo desalentadoras, ya que mil 300 millones de toneladas se van a la basura cada año, lo cual equivale a 10 veces de la capacidad de la Central de Abasto de la Ciudad de México.
Para combatir este problema, la organización ha ido desarrollando una serie de foros y encuentros con varios países de América Latina.
Con esto ha logrado comprometer a varias naciones a impulsar acciones en contra del desperdicio de comida mediante leyes, normas, reglamentos y programas públicos.
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