México no está en una guerra convencional pero los enfrentamientos que ocurren en su territorio son más mortíferos que si lo estuviera. A diferencia de conflictos bélicos como el de Vietnam o el de Irak, los choques entre las fuerzas militares y federales con civiles armados (identificados oficialmente como presuntos delincuentes) dejan más muertos que sobrevivientes.
En promedio, durante los últimos ocho años en el país el Ejército mexicano acumula un saldo de casi ocho civiles muertos por cada civil herido, mientras que la Policía federal en seis años tiene un récord de por lo menos cuatro supuestos agresores muertos por cada uno que sobrevive.
En los conflictos bélicos convencionales la tendencia es a la inversa, es decir, no hay más muertos que lesionados. La Guerra de Vietnam por ejemplo, dejó una relación de 4 heridos por cada muerto mientras que el conflicto entre Israel y Líbano arrojó un índice de 4.5 lesionados por cada fallecido.
Se trata de una situación que más allá de casos específicos como el de Tlatlaya podría arrojar un patrón de comportamiento que se aleja de los estándares del uso correcto de la fuerza, señala el análisis denominado “Índice de letalidad 2008-2014” elaborado por tres especialistas del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), y al que Animal Político tuvo acceso previo a su publicación en próximos días.
El estudio identifica que si bien han disminuido los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y presuntos agresores en los últimos años así como la cifra total de muertos, los índices mortales siguen prácticamente igual y por encima de lo que señalan algunos parámetros y analistas internacionales.
Fuente: Animal Político
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