El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría, aseguró que pese a los avances en el combate a la pobreza, México es el país más desigual de esta agrupación, que aglutina a los 34 países más desarrollados del mundo.
Al participar, mediante un mensaje grabado, en el 47 Foro Nacional de la Industria Química, llamado Oportunidades de la industria energética, petroquímica y química en México, Gurría Treviño señaló que se requiere una segunda ola de reformas para enfrentar los desafíos estructurales que tiene México.
Tenemos otros desafíos estructurales que vienen desde atrás, como las carencias del sistema educativo, donde la reforma apenas está tomando carta de ciudadanía. Las fallas en todo el sistema del estado de derecho, aunque aún no vemos la plena manifestación de la modernización, así como hacer más efectiva y eficiente la administración de la justicia. Enfrentar el tema de la transparencia y de la corrupción, sugirió.
Consideró que otro gran reto es la informalidad. Pero sobre todo las enormes desigualdades sociales que, si bien ya existían antes de las crisis, se han exacerbado en México y el mundo.
Señaló que a nivel global las perspectivas de crecimiento se han debilitado y ahora se espera un avance promedio de 3 por ciento con respecto al 4 por ciento que se había previsto.
En América Latina se observa una notable desaceleración después de una década de crecimiento vigoroso y ahora se espera que la región crezca alrededor de uno por ciento, muy por abajo del promedio de la OCDE, por lo que será necesario diversificar las economías de la región, destacó. En el caso de México la perspectiva es mejor, pero llamó a tener un optimismo cauteloso.
Reconoció que en el país se ha instrumentado una política macroeconómica responsable, y consideró que las reformas estructurales están ayudando a restablecer la confianza.
Pero existen desafíos relacionados con el entorno internacional, particularmente con Estados Unidos, por lo que se tendrá que trabajar mientras llega la normalización de la volatilidad asociada a la política monetaria que define el gobierno estadunidense en lo relacionado a tasas de interés. Todo esto dependerá de decisiones que se tomen en los próximos meses y en las que México no tiene influencia pero se ve afectado.
Por otra parte, los bajos precios del petróleo han obligado a revisar las expectativas de crecimiento para el país, que este año oscilará en 2 por ciento y para 2016 lo tenemos estimado entre 2.2 y 2.6 por ciento, dijo Gurría.
Pero el país tiene necesidades de crecimiento mucho mayores, tenemos gran cantidad de jóvenes integrándose a la economía y gran cantidad de la población en pobreza, entre los desafíos más importantes, destacó.
Indicó que la productividad ha venido cayendo y por lo tanto no podemos aspirar a obtener mejores salarios, por lo que es necesario ser más competitivos porque incluso se tornará negativa en los próximos años.
Entre los mayores desafíos que debe enfrentar esta industria se encuentra la enorme dependencia que todavía el país tiene del petróleo, así como la escasez de materia prima relacionada con el entorno global y falta de infraestructura logística y de transporte.
En otro acto, Ante miembros de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Gurría dio a conocer que América Latina, incluido México, va para atrás en materia de productividad. La nueva moneda de cambio hoy se llama competencias, dijo al hablar del Acuerdo Transpacífico, y advirtió que si no se tiene calidad y precio para surtir un mercado esperado en 175 mil millones de dólares el sólo acceso no garantiza que podremos vender.
Fuente: La Jornada
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