La construcción de tres hospitales de Chiapas debió concluir en 2012 para solventar las deficiencias en los servicios estatales de salud, pero las obras aún están inconclusas y tras una revisión de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) se detectó el desvío de más de 400 millones de pesos, adjudicaciones directas y pago por equipos que no se entregaron.
Se trata de los hospitales de los municipios de Reforma, Yajalón y Tuxtla Gutiérrez que hasta octubre de 2014 tenían avances físicos de 51%, 90% y 68%, respectivamente, aún cuando la entidad ha recibido recursos desde 2009, reporta la Cuenta Pública 2013.
Para abatir el rezago en la atención médica y hospitalaria en dichas localidades, la Federación entregó a Chiapas mil 652 millones 385 mil pesos, de los cuales 312 millones 544 mil pesos no tienen justificación de gasto y 92 millones se ejercieron de manera irregular por lo que deben ser devueltos al erario.
Dichos recursos no se han traducido en una mejoría de vida para un estado como Chiapas, donde 74% de su población se encuentra en pobreza moderada y extrema y 8 de cada 10 carece de seguridad social, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
La Auditoría Superior reporta que los recursos transferidos por las Secretaría de Salud, de Hacienda y Crédito Público, el IMSS e ISSSTE al gobierno de Chiapas, “no fueron aplicados en las obras públicas para las que fueron etiquetados, ni destinados para la compra de equipamiento médico y mobiliario”; además, “los avances financieros no corresponden con los avances físicos y la conclusión de las obras públicas no coinciden con el periodo de ministración de los recursos”.
El proyecto prevé que los hospitales de los municipios de Reforma y Yajalón tengan 30 camas cada uno, mientras que el de Tuxtla Gutiérrez 180, para enfrentar la demanda que rebasa la capacidad de los sistemas de salud en Chiapas, pues los pacientes a veces son canalizados a los hospitales Ignacio Zaragoza y 20 de Noviembre en el Distrito Federal o al de Mérida, Yucatán.
Pero las obras están inconclusas porque tuvieron una “deficiente planeación en la asignación de los recursos federales, que derivó en la falta de pago a las constructoras, a la actualización tardía de los equipos, mobiliario e instrumental médico que retrasó el pedido de equipos”, explica el reporte de la Auditoría Superior.
El reporte de la Cuenta Pública destaca que el gobierno de Chiapas, gobernado por Manuel Velasco, debe aclarar en qué gastó los recursos federales durante 2013 pues se comprobó la “falta de pago a las constructoras, la actualización tardía de los equipos, mobiliario e instrumental médico en los tres hospitales (…) y del porqué no efectuó el pago de los trabajos realizados por las contratistas, a pesar de contar con los recursos económicos”.
Además, en noviembre de 2012, un mes antes de concluir la administración del exgobernador Juan Sabines, la Secretaría de Infraestructura del Gobierno del Estado de Chiapas, a cargo de Ricardo Serrano Pino, adjudicó en forma directa un contrato por un monto de 230 millones 730 mil pesos a la empresa GAVT Iluminación, S.A. de C.V para la construcción del hospital del municipio de Reforma.
Sin embargo, la Auditoría Superior señala que no hubo razón legal para hacerlo de esta manera y, en cambio, debió licitarse. Además, dicha empresa ha incumplido con el acuerdo de ejecución de obra prevista del 26 de noviembre de 2012 al 25 de noviembre de 2013, pero solo presenta un avance de 51.86% respecto al programado, con un retraso de 48.14%.
El gobierno de Sabines le perdonó el pago de 23 millones de pesos a dicha empresa por la sanción establecida en el contrato, correspondiente a 10% del monto del contrato, debido al incumplimiento en la fecha de conclusión de la obra.
Con Información de Animal Político
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